Solidaridad y responsabilidad

Tiempos de excepción (Estado de Excepción), son términos y situaciones poco comunes en nuestro país, que aplique el gobierno de cualquier nivel, podemos entender el estado de excepción cuando hay una interrupción o suspensión desde el gobierno de las actividades económicas, de sus políticas publicas orientadas a la sociedad y a las instituciones. Esto puede incluir la limitación de algunos derechos constitucionales como el libre tránsito, movilidad de personas o mercancías.

El actual contexto que vivimos en México y en Zacatecas, a partir de las restricciones que se han anunciado, debe generar una respuesta positiva de los ciudadanos. En una sociedad global, intercomunicada y con un nivel de movilidad (transito) constante de personas, bienes, productos y capital, nunca antes visto en la historia de la humanidad, frente a una pandemia de la magnitud global en la que el contagio se convierte en riesgo potencial, como en la que estamos inmersos, debe tomarse como tal. No cabe la trivialización del tema, menos la indiferencia.

En los últimos días ha resurgido la novela de Albert Camus, “La Peste”, y su descripción de como una pandemia puede sacar lo peor y lo mejor del ser humano, lo anterior por las diferentes manifestaciones alrededor del mundo sobre el Covid-19 (coronavirus). Estas han ido desde racismo, miedo, terror, pánico, e indiferencia, etc. Las conductas sociales de cómo se asume una realidad son esenciales para afrontar una crisis de las dimensiones como el Coronavirus.

En ese sentido, vale reflexionar como está asumiendo el gobierno, el Estado, pero sobre todo los ciudadanos; en ambos niveles, creo que se ha minimizado sus impactos, como sucedió en España e Italia donde varias articulistas de diarios como el País, se han retractado de sus comentarios y artículos en los meses de enero y febrero donde minimizaban a la pandemia, los resultados ahí están.

Esta pandemia ha mostrado la debilidad institucional de los gobiernos y su sistema de salud, incluso del primer mundo, nos ha develado la vulnerabilidad del ser humano, como decía Hobbes, todos somos vulnerables, países y personas, ricos, pobres, famosos y anónimos, todos somos vulnerables.

Frente a ello, donde un gobierno que en ocasiones puede ser muy grande o muy chico, solo queda que los ciudadanos hagan uso de su civismo, su responsabilidad y solidaridad.

Nota. Los ciudadanos necesitamos ser responsables con nosotros mismos, la suspensión de labores en el sector educativo, posiblemente en los próximos días se hará extensivo al sector público y al privado. La vida continuará pero con una percepción y prácticas distintas al 2019. (Vivimos un miedo global compartido, ojala ello nos impulse a cooperar unos con otros).