
Campesinos de Jerez. | Foto: Cortesía.
Los agricultores se preguntan cuán viable es mantener sus actividades con los escasos ingresos obtenidos hasta ahora, ya que muchos dudan de poder resistir seis meses con los limitados recursos generados por cosechas poco satisfactorias.
JEREZ.-La cosecha de frijol en las comunidades de Jerez llegó a su fin, y los productores locales ahora mantienen la esperanza de que se respete el precio de garantía prometido por las autoridades.
Sin embargo, la incertidumbre sobre la rapidez con la que se realizarán los pagos está afectando la moral de los agricultores. Benjamín Carrillo, productor de la comunidad de Palmas Altas, expresó: “Nos desanima que se tarden mucho en pagar”.
Este ciclo agrícola no ha sido fácil para los agricultores de la región. En los últimos años, han enfrentado una serie de “apocalipsis”, como ellos mismos los llaman. Primero, la pandemia de Covid-19 trastocó sus labores; luego, la creciente inseguridad en la zona complicó aún más el panorama y, por si fuera poco, la falta de lluvias afectó gravemente la producción de frutales, dejándolos sin los recursos esperados. Ahora, la venta del frijol es su última esperanza.
Carrillo mencionó que actualmente se encuentran en la etapa de desgrane, un proceso que realizan manualmente debido a la falta de maquinaria adecuada. Este trabajo intensivo se suma a la expectativa de un pago que tarda mucho en llegar, aunque el gobierno federal ha prometido que no debería demorar más de un mes.
“Del durazno no se logró nada de ganancia, y ahora estamos esperando que la cosecha de frijol nos permita recuperar algo y seguir invirtiendo en la siembra”, comentó Carrillo con tono preocupado.
Sin embargo, los agricultores se preguntan cuán viable es mantener sus actividades con los escasos ingresos obtenidos hasta ahora, ya que muchos dudan de poder resistir seis meses con los limitados recursos generados por cosechas poco satisfactorias.
A pesar de las adversidades, los productores de Jerez siguen adelante, luchando por un futuro más prometedor y deseando que la inminente llegada de sus pagos alivie la carga que llevan sobre sus hombros.
La comunidad espera que, a pesar de las dificultades, la reactivación del sector agrícola sea posible a través de políticas eficaces y un compromiso genuino por parte de las autoridades.