Candil de la calle, oscuridad de su casa

Hoy en la Opinión de Jaime Santoyo Castro.
Hoy en la Opinión de Jaime Santoyo Castro.

Ese  refrán popular, describe con claridad la conducta de los gobiernos mexicanos en buena parte de su historia, que han pretendido proyectar hacia el exterior una imagen ejemplar, que no existe internamente. No debe sorprendernos la expresión de Trump que está usando a México para defender su frontera, pues no es sólo postura del lenguaraz … Leer más

Ese  refrán popular, describe con claridad la conducta de los gobiernos mexicanos en buena parte de su historia, que han pretendido proyectar hacia el exterior una imagen ejemplar, que no existe internamente.

No debe sorprendernos la expresión de Trump que está usando a México para defender su frontera, pues no es sólo postura del lenguaraz presidente.

Estados Unidos es un país intervencionista, que se asume como dueño del mundo y con derecho a imponer medidas, sanciones, provocar guerras, imponer embargos y aranceles cuando le da su gana. Muchos paises, y mucha gente inocente ha sufrido los embates de esta poderosa nación, que en defensa de sus exclusivos intereses ha dejado históricamente una estela de muerte y destrucción, aunque hipócritamente se levanta como el salvador y protector de algunos paises pobres.

El mayor consumidor de drogas en el mundo es Estados Unidos, y se presenta como el mayor persecutor del crimen organizado.

Es el más grande violador de los derechos humanos, y exige e impone a las naciones políticas de respeto a los mismos.

Tiene en su seno a los más grandes traficantes de todo lo ilegal, promotores de la corrupción y del desaseo gubernamental, y encabeza las demandas de acabar la corrupción.

Interviene, amenaza, mete sus narices, pone la bota militar, embarga, bloquea, entre otras cosas. Yo pregunto: ¿Cuándo hemos visto una política de respeto de Estados Unidos hacia las naciones del mundo? NUNCA. ¡Tampoco para México!

La diferencia con el pasado es que cuando menos había cuidado en el decir, para no exhibir ofensivamente ese poderío. Es decir; había una política inteligente, cuidadosa, que trataba de no lesionar la dignidad de México, pero Trump no es inteligente, ni le interesa cuidar la postura de su vecino; más aún, pareciera que lo que pretende es provocar alguna rabieta desmedida del Presidente de Mexico para justificar sus intenciones de intervención, a lo que debemos estar atentos; pero no debemos confundir prudencia con agacharnos más de lo debido.

Debemos pedir respeto, sin ser bravucones. No podemos ser candil de la calle a oscuridad de la casa, siendo autoritarios en lo interno y sumisos en lo externo, Creo que una buena nota diplomática sería suficiente. Quedarnos callados es vernos como lacayos. ¿O sí somos?




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