Cuartos de guerra, sin inteligencia

José Ricardo López-Robles.
José Ricardo López-Robles.

Recientemente las organizaciones, públicas y privadas, han apostado por implementar metodologías, herramientas y técnicas que les permitan mejorar su competitividad, especialmente cuando estas se desenvuelven en escenarios complejos o existen hitos importantes en su corto plazo. En esta línea, las organizaciones y sus líderes están apostando por recursos relacionadas con el ámbito de inteligencia, tales … Leer más

Recientemente las organizaciones, públicas y privadas, han apostado por implementar metodologías, herramientas y técnicas que les permitan mejorar su competitividad, especialmente cuando estas se desenvuelven en escenarios complejos o existen hitos importantes en su corto plazo.

En esta línea, las organizaciones y sus líderes están apostando por recursos relacionadas con el ámbito de inteligencia, tales como los sistemas de vigilancia, las redes de contactos, pero especialmente los famosos cuartos de guerra, cuarteles de campaña o centros de mando.

Un cuarto de guerra puede ser entendido como un espacio en el que un equipo de trabajo da soporte a las estrategias y acciones que hay que realizar en el corto y medio plazo, maximizando los recursos, reduciendo los riesgos, pero sobre todo anticipando escenarios e implementando respuestas a manera de contraataque.

Sin embargo, el desconocimiento de las bases en torno a las cuales se fundamentan estos recursos, o simplemente el desconocimiento de qué conlleva el concepto de Inteligencia Estratégica, hace que estos famosos cuartos de guerra se conviertan en reuniones largas, estériles y reactivas, donde las organizaciones invierten recursos de los cuales no obtendrán ningún tipo de retorno.

Un cuarto de guerra debe fundamentarse en un sistema de inteligencia estratégica, que identifique los agentes claves, los últimos datos y la información generada, pero especialmente aquellos indicadores que hay que dominar, situando a la organización en una posición de ventaja con respecto al resto de agentes, dotándole de capacidades que le permitan influenciar en las estrategias del resto de agentes, convirtiéndoles en agentes reactivos.

El conocimiento de los recursos, pero sobre todo la capacidad para hacer uso de estos, desde posiciones exteriores al escenario, son parte de la formula clave a la hora de hacer uso de los cuartos de guerra como medio para generar inteligencia en nuestras estrategias.

Finalmente, reflexionemos, apoyemos y sigamos trabajando unidos, de forma positiva y proactiva, promoviendo el tejido empresarial local y apoyando al talento zacatecano.

No duden en seguir enviándome sus comentarios a [email protected] y pasar un buen fin de semana.




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