Si quiere que le rebajen la patilla, venga con Jonathan

Este joven hace unos cortes de pelo a la moda. Fotos: Ángel Martínez.
Este joven hace unos cortes de pelo a la moda. Fotos: Ángel Martínez.

Jonathan Alejandro Argumedo abrió su peluquería hace dos años tras trabajar de obrero en una fábrica.

FRESNILLO.- Jonathan Alejandro Argumedo chambea como barbero desde hace 2 años y reconoce que este oficio, como casi todos, no son fáciles de comenzar por la inversión que requiere.

Así como el Astro Rey sale día con día, este compa se levanta a trabajar machín desde el mediodía hasta las 8:00 de la noche.

En este horario, Jonathan atiende a varios canijos de diversas colonias cercanas a la Real de Fresnillo, donde puso su changarro.

El barbero fresnillense explicó que 98% de las personas que atiende son hombres, y tan sólo algunas mujeres van a su changarro a que les afine las cejas con unas depiladas.

El corte desvanecido es el favorito de la pandilla.

Dijo que el corte desvanecido es el más solicitado entre la pandilla que acude a su negocio, por lo que trata de perfeccionarlo permanentemente.

Y la verdad es que el trabajo no es fácil, pues existen demasiados que se dedican a lo mismo y eso hace que exista mucha competencia.

Por lo anterior, Jonathan trata de brindar un plus con el buen servicio que ofrece.

La neta cuando algo te late, te late; como es el caso del Jonas que, aunque no tenga horarios pa’ echarse un taco, porque le llega mucho jale, el compa le entra duro y sin pretextos, porque esta chamba es su pasión.

Está difícil abrir su propio negocio, ocupas invertir en un buen de cosas.

Jonathan, un orgullo de la clase obrera

La verdad este carnalito se la rifaba antes de obrero, por lo que sabe qué es trabajar duro y nadie le cuenta lo que es el jale bien pesado.

Jonathan es todo un orgullo para la clase trabajadora, pues mientras chambeaba de obrero en una fábrica, se preparaba en distintos cortes de pelo.

Mientras trabajaba de obrero, Jonathan practicaba cortes con la esperanza de alcanzar la meta que ya cumplió.

Luego de que el buen Jonas le agarró el modo a la peluquería , decidió iniciar, para rifársela y darse empleo él mismo.

El fresnillense aseguró sentirse orgulloso de su trabajo, porque es un trabajo honrado que le permite pagar sus gustos y gastos, por lo que dijo lo realiza contento cada día.

Era obrero en una fábrica antes de abrir su negocio, así que sabe lo que es el trabajo duro.



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