Lety pone bien chulos a los Niños Dios
Por más de una década, Leticia Rodríguez Sánchez se ha dedicado a la venta de ropones para Niño Dios y afirma que año con año los modelos cambian en los gustos de los clientes.
FRESNILLO. – Por más de una década, Leticia Rodríguez Sánchez se ha dedicado a la venta de ropones para Niño Dios y afirma que año con año los modelos cambian en los gustos de los clientes.
La jornada laboral de Leticia inicia a las 10 de la mañana, momento en que prepara a las imágenes y las viste de distinta manera.
Cada Niño Dios que está en los estantes da una idea de la gran variedad de atuendos que tiene y así lograr que las personas que pasen por el lugar les llame la atención.
Leticia platica que tiene precios accesibles para sus clientes; aunque todo varía dependiendo del tamaño y el modelo del ropón que les gusta a las madrinas.
Además, también sube un poco el precio debido a que se llevan accesorios de todo tipo, desde un huarache hasta un zapato o tenis.
Ventas que dan gusto
A Leticia le gusta su trabajo por varias razones, entre ellas porque contribuye a que las tradiciones en los hogares se mantengan.
De esta manera invita a las nuevas generaciones que no olviden su casa, donde siempre habrá un pan en la mesa y amor cada vez que hay un Niño Dios en ella.
Además, le gusta escuchar a sus clientes del por qué se llevan cierto traje, por ejemplo, una persona se llevó un ropón de un Niño Dios graduado, pues le agradece que su hijo haya terminado la escuela.
También, les gusta vestirlos en algún santo, pues les muestra el cariño que les tiene o porque están cumpliendo con una manda.
Aunque, detalló que uno de los vestidos que más se llevan sus clientes es el del danzante, seguido del Divino Maestro, así como los alusivos a los diferentes ángeles.
La diversidad lo hace entretenido
Su jornada de trabajo termina pasadas las 8 de la noche y aseguró que su principal temporada de ventas es diciembre y enero.
Sin embargo, es febrero cuando tiene más visitas de interesados en comprar un ropón, pue en esas fechas la grey católica se preparan para levantar al Niño Dios del nacimiento.
Leticia aseguró que lo más difícil de su trabajo es saber la variedad de tamaños que hay de las figuras religiosas, pues pueden ser de los más chiquitos como la palma de la mano o hasta casi como un bebé normal.