Jorge une a la familia con sus ricas gelatinas

Ellos serán los nuevos actores. | Foto: Milenio.
Ellos serán los nuevos actores. | Foto: Milenio.

Un accidente lo hizo vender gelatinas para salir adelante.

ZACATECAS.- Una rica gelatina nunca viene mal luego del trabajo, o de comerse unos tacos de la calle, si anda en el Centro Histórico y tiene un antojo, una buena opción son las gelatinas de Jorge Ayala Pacheco.

El señor puede darle un poco de dulzura a su día, pues de eso se trata esta vida de darse los buenos placeres y para los pequeños, como disfrutar de un buen postre.

Todas sus gelatinas son de grenetina natural y preparadas en casa.

Y es que el hombre tiene una larga trayectoria haciendo este singular postre, pues desde hace 22 años, Jorge hace sus gelatinas para endulzar hasta los paladares más exigentes.

Siempre lo puede encontrar instalado en el Centro Histórico. Un dato para conocer el trabajo de Jorge es que sus gelatinas son 100% caseras.

Tiene de todos los sabores y colores.

Jorge Ayala es del Estado de México, antes trabajaba como chofer de transportes de carga, oficio en el que duró más de 20 años hasta que un accidente le cambió la vida cuando iba a la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

Por ese problema, el hombre acabó por separarse de su trabajo como conductor y junto con su familia decidió mudarse a Zacatecas e iniciar con un negocio de gelatinas, las que también hace su yerno.

Gracias a este negocio, en el que trabaja toda la familia, han salido adelante juntos.

Un negocio familiar

Don Jorge le agradece a su pariente por enseñarle cómo vender este dulce postre, el que dirige toda su familia, pues actualmente, en este negocio trabajan todos sus hijos y sus nietos.

También vende flanes tradicionales.

De esta manera, de las gelatinas depende la economía familiar y no sólo eso, ya que durante los más de 20 años que Jorge ha vendido su labor se convirtió en una tradición y un estilo de vida.

“Ahora sí que como dice uno, la necesidad nos hizo buscar el pan y lo encontramos con las gelatinas y los flanes que vendemos,” comentó don Jorge con sus 57 años.

Sus postres los hace un día antes para que el cuajado sea perfecto.

Un miembro muy importante para que el negocio funcione es su esposa, María del Carmen Vidal Aguilar, quien se instala en la calle García de la Cadena para vender sus productos en una vitrina chiquita.

Lleve sus gelatinas frescas

Mientras ella vende en este lugar, don Jorge, sus hijos y sus nietos recorren a pie las principales calles del primer cuadro buscando clientes, quienes al verlos no tardan en llegar, por la calidad de sus mercancías.

La promesa es: si hoy le supieron buenas, cuando regresen será mejor.

“Nuestras gelatinas y los flanes son totalmente caseros, hechos con grenetina natural que se hacen desde la tarde anterior para que el cuajado sea perfecto”, dijo el buen Jorge confiando en sus ricas y frescas gelatinas.

Las favoritas de la gente son los mosaicos.

Entre los sabores que destacan son las de limón, fresa, de leche, de mosaico y los flanes tradicionales; todos sus productos los ofrecen a precios accesibles para que todas las personas puedan probarlas.

“Lo que más nos gusta de nuestro trabajo es que la gente se vaya contenta, satisfecha y que tenga la seguridad de que si hoy las hicimos bien, mañana será mejor” prometió de Jorge.

Su esposa es muy importante en el negocio de las gelatinas.



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