Estos cocos no dan miedo y los del Güero te quitaran el antojo

Sabe todo de la fruta gracias a su padre. Fotos: Rocío Ramírez.
Sabe todo de la fruta gracias a su padre. Fotos: Rocío Ramírez.

Los cocos de El Güero te provocarán un gran placer en el paladar.

JALPA. – Pocas cosas en la vida son tan ricas y provocan un gran placer en el paladar como un delicioso y fresquecito coco. Por ello, que mejor que te lo parta El Güero, quien de sustos y de frutas él sabe.

En sitios como Jalpa, cuando el calor azota con sus despiadados 35 grados centígrados, comer un coco acompañado de sal, limón y chilito es sin duda un deleite.

Pero, la sonrisa que contagia Víctor Manuel Jáuregui Viramontes, “El Güero de los cocos”, es algo que no puedes compensar con dinero, más bien se agradece comprando una bolsita.

Es el maestro de los cuchillos al momento de darles en la torre a los cocos.

 

Desde hace 6 años, El Güero se dedica a la venta de esta singular fruta que encanta a más de uno y que puede acompañar con una plática agradable.

Cuando se va a Jalpa no hay falla, pues todos conocen a Víctor, aquel coquero que pone su changarro en la calle Juárez, en esquina con Zaragoza.

La venta de cocos es una tradición arraigada en la familia de El Güero, pues su señor padre es quien le enseñó a darle en la madre a los cocos.

Aunque, dependiendo del temporal, Víctor también ofrece otras frutas, como las cañas y las tunas.

Te puede vender las tiritas, el agua o hasta el coco completo.

Lo anterior, le permite darles variedad a sus clientes y no modificar en lo absoluto su modelo de negocio, pues le tiene mucho cariño aquello que lo ha mantenido, a pesar de todo.

Los comienzos de El Güero nos mandan hasta la esquina de la placita de San Antonio, lugar que era un buen sitio porque es una de las salidas principales de la cabecera municipal.

Aunque, hace 4 años se cambió a la calle Juárez; pero, no vayas a buscarlo los viernes.

Lo anterior, porque es el día que se mueve al tianguis, donde busca que sus ventas incrementan debido a que es un sitio tradicional por excelencia en Jalpa.

La pregunta más seria que escucharás es: ¿macizo o tierno?

¿Se lo doy macizo?

Lo primero que verás cuando llegas con El Güero es una sonrisa, luego viene la pregunta importante:

Después viene el espectáculo con diversos cuchillos, que a primera vista son imponentes y que compruebas que están afilados, al ver como como si nada El Güero parte el coco.

Esta fruta no es tan fácil de pelar, pues tiene dos cáscaras, la primera es muy gruesa, la que le sigue es la más dura.
Aunque, con un golpe, la segunda capa cede y por ese agujero saca el agua de coco.

Los cuchillazos no paran ahí, pues con otro golpe se parte la fruta a la mitad y con una especie de cuchilla curvada saca la pulpa del coco.

Después, viene la parte divertida, pues lo corta la fruta en tiritas y al colocarlas en la bolsa es momento de la sal, el limón, el chile en polvo y si el cliente lo desea salsa picante.

Así que ya te la sabes si quieres llevarte tu coco completo, o solo llevarte el agua o la pulpa, El Güero está listo para consentirte con las diferentes presentaciones que ofrece.

Cuando llegues al changarro, lo que te recibirá es una sonrisa de Víctor.

Agradece no dejarlo morir solo

Para Víctor el mayor gusto es ver a sus clientes satisfechos, y la prueba más fehaciente de ello, es la fidelidad que ellos le muestran.

El Güero acepta que las ventas hoy en día están muy tranquilas; pero, agradece al Universo que vende lo suficiente para sacar los gastos del día a día.

También destaca que sus clientes no lo han dejado morir solo, pues a pesar de la pandemia, buscan un coco para llevarse a la casa y eso agradece infinitamente.

Por lo regular, diciembre es el mes más provechoso en las ventas, pues es cuando vienen los paisanos y el coco fresco es uno de los productos más consentidos por ellos.

Además, en el último mes del año, la venta fuerte comienza el día 12 en el santuario, donde la demanda es tal que al menos cinco o seis vendedores de coco se dan cita.

Se te hará agua la boca con el coco con chilito y salsa.

No olvides la refrescancia

Para El Güero, el ser amable con sus clientes ha sido un factor fundamental para su negocio, pues hay quienes llegan a platicar y en el inter se llevan un coco o dos.

A aparte de ganar dinero para sostenerse, el jalpense comparte sus puntos de vista y sus vivencias que día a día le dejan una lección.

Para quienes visitan Jalpa y desean refrescarse y comer algo rico, un coco de “El Güero”, es una gran opción para visitar y deleitar las papilas gustativas.

Fotos: Rocío Ramírez.



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