Doña Margarita florea el paladar con sus gelatinas

ZACATECAS.- Doña Margarita Reyes Fuentes es de las mujeres que inspiran, pues a base de esfuerzo para hacer y vender sus gelatinas “floreadas” sacó a sus hijos adelante, quienes fueron a la universidad.

Si de creatividad se trata la mujer originaria de la Ciudad de México se pinta sola, pues con su trabajo llena de color cualquier evento por lo llamativo y el coloridos que son sus postres.

Doña Margarita comenzó con su negocio en Ciudad de México, aunque ya tiene más de 20 años en Zacatecas “por la necesidad de vivir más tranquila”.

Fresnillo fue la ciudad donde se instaló, donde actualmente radica, y es su centro de su inspiración, que se ve reflejada en cada una de sus llamativas gelatinas en forma de flores.

Jefa de familia

A sus 59 años, doña Margarita sigue trabajando para salir adelante y está orgullosa de que con su labor sacó adelante a sus hijos, una mujer y un hombre, quienes son orgullosamente zacatecanos.

Lo anterior, porque fue todo un reto mandarlos a la escuela y sus hijos lo aprovecharon tan bien que ambos terminaron la universidad, lo que como madre de familia representa su mayor logro.

Doña Margarita madruga a las 5:00 de la mañana a hacer las gelatinas, para que a las 9:00 de la mañana estén listas para salir a venderlas.

La zacatecana de corazón sale a las calles a vender sus postres, como lo ha hecho a lo largo de dos décadas. Aunque los lugares donde las ofrece son variados.

No todos los días se instala en el mismo sitio, pues a veces vende en Calera, Jerez, Guadalupe y Zacatecas.

¡Llame ya!

Para ponerle su sello personal a las gelatinas, doña Margarita creó su propia marca llamada Gelata, nombre que tiene cada una de sus creaciones para que vean de dónde vienen.

Para hacer tus pedidos puedes llamarle al 493 116 3381.

Las gelatinas las tiene disponibles en tres tamaños diferentes, que van desde los 6 hasta los 20 pesos y puedes hacerlas para todo tipo de ocasión.

“Mi trabajo me da la oportunidad de crear, es terapéutico y me hace obtener mis propios ingresos”, explicó Margarita.

La artesana de la comida comenta que su trabajo la hace sentir útil y además le pone el ejemplo a sus nietos, como lo hizo con sus hijos.

Es así como doña Margarita se gana la vida en las calles que se convirtieron en su mejor vitrina.

Y asegura que mientras tenga las energías suficientes para seguir en esta actividad, ella seguirá dedicándose a endulzar los paladares con sus llamativas gelatinas en forma de flores.