Don Pedro, un luchador que vende garapiñados

Don Pedro está en la salidita del Mercado Arroyo de la Plata. / Fotos: David Castañeda.
Don Pedro está en la salidita del Mercado Arroyo de la Plata. / Fotos: David Castañeda.

Don Pedro es originario de Monterrey, pero debido a complicaciones de salud llegó a Zacatecas, donde vende garapiñados para poder salir adelante.

ZACATECAS.-Pedro Ortegón Rodríguez no es ni de aquí, ni de allá, pero a pesar de eso y los golpes de la vida, siempre tiene esperanza y una sonrisa mientras vende unos ricos cacahuates grapiñados.

Don Pedro es un don muy trabajador y que viene desde las lejanas tierras de Monterrey, Nuevo León; aunque lleva más de 10 añotes en Zacatecas, esto porque tuvo muchas trabas para conseguir el pago de su pensión.

Por si fuera poco, también tuvo demasiados problemas de salud, los que su familia no querían cargar, y pues ahí está que al pobre Pedro nos lo dejaron bien solo, porque le dieron la espalda.

Aún con toda esa triste historia, el don sigue adelante como siempre lo ha hecho, pues desde los 13 años comenzó a trabajar, y desde entonces, él nunca le ha tenido miedo a la vida ni a trabajar de forma honesta.

Don Pedro es de Monterrey, pero a estas alturas es más zacatecano que el nopal.

Una vida difícil

En su juventud, las ganas de trabajar lo llevaron a correr el mundo, hasta llegar a Veracruz, donde hizo su familia con dos hijos, de los cuales ya nomás le sobrevive uno, ya que enviudó y su hijito perdió la vida.

Al día de hoy, don Pedro tiene 67 años y no deja de trabajar, debido a otro revés de la vida. Por ello, trabaja para poder sobrevivir, pues ahora está muy lejos de su casa.

Las causas por las que llegó hasta Zacatecas fue debido a un problema de salud, y es que aquí logró agendarse un tratamiento y una cirugía con el entonces Seguro Popular.

Se nos puso malo el hombre y aquí llegó a atenderse.

Según nos cuenta, él no pudo conseguir ese servicio ni Veracruz ni en Nuevo León, porque en esos lugares el servicio médico estaba muy saturado y no lo podían atender.

Y fue aquí en Zacatecas que encontró la oportunidad de atenderse, pero una vez estando aquí, don Pedro tuvo problemas con su pensión ya que dijo que su patrón lo tenía con dos cuentas distintas y ahora le piden vincular esas cuentas.

Lo cual no sería gran problema si no fuera porque él no tiene ningún documento, ni nadie que le ayude a conseguirlos.

Como se quedó aquí y sin salida, buscó salir a las calles pa’ sobrevivir y buscar que alguna autoridad que le pueda echar mano.

Para acabarla de amolar, en su juventud tuvo problemas con las drogas, y cuando la vida lo golpeó con la muerte de su esposa, y uno de sus hijos, sus adicciones se pusieron peor.

Por desgracia no puede regresar a su hogar y está en nuestro estado ganándose la vida.

El camino para corregir los errores

Por suerte, don Pedro encontró una solución a sus adicciones y salió adelante, esto lo logró en una casa cristiana de rehabilitación.

Ahí se hizo de amigos, conocidos y contactos que lo han acompañado en las malas, y hasta la fecha lo ayudan mucho.

Gracias a las amistadas que se hizo en los centros de rehabilitación, ahora tiene relaciones con unos fabricantes de cacahuates y botana garapiñada, y vendiéndolos es como se mantiene ahora.

Con ayuda de amigos y colegas, él se dedica a vender estas botanas pa’ ganarse la vida.

Pese a todas las cachetadas que le ha dado la vida, dijo no sentir rencor por nada ni por nadie, pero eso no quita que le duele que su familia le diera la espalda, aun así, siempre tiene una sonrisa.

El don siempre busca salir adelante y si quieres endulzarte con una rica botana y escuchar muchas anécdotas, visita a Don Pedro, quién está afuera de la entrada del Mercado Arroyo de la Plata.

Así que a pesar de todo no hay que amargarse la vida.

A pesar de su vida complicada él es un hombre alegre.



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