Alberta te vende hasta el rodillo pa’ pegarle al viejo
Ofrece a los pobladores de El Mineral todo los pequeños detalles que hay en casa, desde un salero hasta la amaca del jardín.
FRESNILLO.- Desde hace 28 años, doña Alberta Rodríguez Guadalupe ofrece a los pobladores de El Mineral todo los pequeños detalles que hay en casa, desde un salero hasta la amaca del jardín.
Si ya tienes tiempo de vivir en Fresnillo de seguro has oído hablar de la nacida en el Estado de México, quien tiene su local a un costado del Paseo del Mineral.
Es famoso el establecimiento porque tiene todo lo que buscas para el hogar, desde escobas, jarras, moldes, vasos, platos y hasta el rodillo con el que se puede fregar al esposo.
Además, una de las estrellas de la venta son los maceteros, los cuales están elaborados de manera artesanal y son de barro cocido, lo que lo hace más natural.
Por lo anterior, si a las amas de casa fresnillenses les falta algo en la casa, ya saben a dónde ir, pues doña Alberta tiene de todo, hasta tejanas de palma para regalarle al calzonudo.
También para embellecerse, la mexiquense ofrece broches para el cabello, ligas y que para que te diga que eres la más chula, pues los espejos.
Buscando calidad y el mejor precio
Como doña Alberta ya se sabe los movimientos en el Estado de México, desde allá se trae la más grande variedad de productos, los que incluyen las hermosas amacas.
Actualmente, la comerciante comenta que enfrenta una gran crisis debido a la pandemia del coronavirus, pero siempre ve las cosas por el lado positivo y aseguró que lo bueno es que “sale para comer”.
Lo más difícil es cuando no hay ventas y andas ahí sufriendo, cuando llueve y se moja la mercancía, la tenemos que sacar y meter nuevos productos.
Y a pesar de eso, estoy orgullosa de mi trabajo y mientras tengamos para comer yo creo que es ganancia”, dijo.
La mejor temporada de ventas es en diciembre, donde amplían el horario del negocio hasta la media noche, “eso ya lo quisiera tener Obama.”
Mujer cabal y trabajadora
Doña Alberta es reconocida en la región como una mujer que saca adelante a sus cuatro hijos, a quienes les procura lo esencial para que también valoren el esfuerzo.
Además, ella no se anda con rodeos y se siente muy orgullosa de la herencia que le dejaron sus padres, quienes le mostraron que lo que se gana con esfuerzo es lo que más se aprecia.
Toda mi vida he sido comerciante, desde pequeña, es algo que me enseñaron mis padres, Tereso Rodríguez y María Guadalupe, y hasta que tenga vida seguiré haciéndolo”, añadió.