Mi delito… hacer justicia para mi familia

Historias de Lobos.
Historias de Lobos.

El protagonista de esta historia cometió el delito de homicidio calificado, su delito, fue motivado por el sufrimiento vivido de él y de sus hermanos al haber sido víctimas reiteradas de violación.

El protagonista de esta historia cometió el delito de homicidio calificado, su delito, fue motivado por el sufrimiento vivido de él y de sus hermanos al haber sido víctimas reiteradas de violación en su niñez y adolescencia

Su vida de niño

Nací en el monte, en Pinos, allá se batalla por todo y para conseguir de todo, éramos muy pobres, mi mamá se iba a conseguir la leña, para hacernos las tortillas y para poder cocer los frijoles.

Mi papá se había ido para el norte, yo no lo conocí o no me acuerdo de él. Mi mamá se juntó con un señor porque decía que mi papá nos había abandonado.

Fuimos ocho hermanos, mis hermanas las grandes se consiguieron los maridos y se fueron de con nosotros. Nos quedamos seis. Para cuando mi mamá se juntó con el viejo, mi hermana tenía como once años y yo le seguía con diez y de ahí pal´real mis otros carnalillos.

El viejo mandaba a mi jefita a la leña desde las seis de la mañana, no íbamos a la escuela porque no había dinero. Ese viejo era solo no tenía familia.

Llegó ahí a la casa con unas chivas. Una de las veces que mi jefita se fue yo lo ví como estaba con una de las chivas, se la había agarrado como si fuera una mujer. Yo me asusté mucho, no sabía que pasaba, porque el viejo hacía ruidos bien feos.

Se despertó mi hermana se asomó y solo me tapó los ojos con sus manos. Me dijo que no le fuera a decir a mi mamá. Porque no nos iba a creer. Esa fue la primera vez de muchas. A la siguiente vez que mi mamá se fue a la leña yo me volví a asomar y otra vez ahí estaba el viejo con la chiva. Eso lo hizo varias veces hasta un día que nos cacho a mi hermana y a mi que lo estábamos viendo y se enojó mucho, nos pegó con una reata y nos dijo que para que se nos quitara lo fisgones ya veríamos lo que nos iba a pasar. Nos llevó para atrás del corral a las cochineras y ahí violó a mi hermana y me tenía a mi viendo. Yo quería matarlo pero nos amenazó con el rifle de matar conejos. Cuando acabó yo pensé que ya nos podíamos ir pero el viejo también me agarró a mi, me decía que yo parecía vieja y otras cochinadas que me da vergüenza repetir, mi hermana estaba ahí tirada en la tierra llorando y le gritaba que me dejará y no hacía caso. Yo gritaba de eso me acuerdo porque sentía que me iba a morir. Nadie nos defendió.

La mamá no sospecho nada

Cuando llegó mi jefita mi hermana todavía estaba  manchada. El viejo le dijo que a lo mejor era su menstruación. Mi mamá se la creyó. De mi dijo que me había caído y me mamá también le creyó.

Se volvió habitual

Esto ya lo empezó a hacer más seguido, pero con mi hermana, a mí me agarraba de vez en cuando, pero cuando me agarraba a mi primero me golpeaba bien feo con la reata casi me dejaba privado, como que se desquitaba de todo conmigo.

Yo le dije una vez a mi mamá que no me quería quedar con el viejo porque me golpeaba y mi mamá me dijo que no me anduviera portando mal ni anduviera de mentiroso y me metió unos trancazos por mentiroso.

La adolescencia

Mi hermana salió embarazada tendría como quince años yos estoy seguro que el crío era del viejo ese, pero mi mamá la corrió de la casa. Primero la golpeó bien feo le dijo que era una prostituta y que se fuera con su escuincle a otro lado.

Yo no quería que se fuera mi carnala porque ella nos atendía, nos lavaba las manos a mis carnalitos, pero ella se fue y como por ocho años no supimos de ella.

Todo siguió igual

Así siguió nuestra vida, pero yo fui creciendo y me hice hombre. Un día enfrenté al viejo le dije que ya no me iba a andar usando. Lo enfrenté a golpes, desquité todo mi coraje, casi lo mato. Cuando llegó mi jefa me corrió como a un perro, pero yo no quise que mis hermanos se quedaran ahí. Me los llevé, nomás dejé al que mi mamá había tenido con ese malnacido

El cambio de vida

Nos fuimos para Pinos y yo me conseguí un trabajo de albañil. El patrón nos prestó un cuarto y ahí metí a mis carnalitos. La patrona me dijo que los metiera a la escuela pero ellos no querían ir. Se me hacía muy difícil. Pero ahí los iba sacando más o menos adelante.

El reencuentro

Un sábado, los maestros mandaron traer chicharrones y cervezas, luego dijeron que nos fuéramos con las muchachas, A mi eso no me gustaba ni me llamaba la atención, porque me sentía muy mal por lo que me había pasado, pero fui para que no dijeran que yo era joto o algo así.

Llegamos a una fonda, nos sentamos y pedimos unas cervezas. Las trajo una muchacha que era mi hermana que mi mamá había corrido.

Sentí regacho y me entró mucho coraje. A mi hermana se le había muerto su hijo de bronco aspiración porque lo dejaba dormido solo para irse a trabajar a la fonda.

Lo justo es ilegal

Yo ya andaba entonado con las cervezas y ver así a mi carnala me llenó de furia. Les dije que me iba pal monte a buscar a ese desgraciado que nos arruinó la vida y se vino un compa conmigo, le dije a mi carnala en donde estaban mis carnalitos y se fue para con ellos.

Llegué al monte al día siguiente y como pude. Cuando llegué estaba amaneciendo y lo primero que veo es al viejo con la chiva.

Sentí como me hervía la sangre y me le dejé ir. Lo aventé. Yo sentía que me había transformado en alguien muy grande y muy poderoso, Sentía que estaba como hinchado del cuerpo hasta me sentí mas grande, me le fui a golpes. No se cuánto paso, pero cuando reaccioné solo vi a mi compa que me decía ya déjalo ya lo mataste. Fue como si no hubiera estado, yo solo sentía mucha furia no pensaba, no me dí cuenta de lo que hacía, yo nomas pensaba en los momentos que ese maldito había violado a mi carnala. Nomás tenía en la cabeza mi carnalita llena de sangre, me imaginaba como se le había muerto su hijo y pensaba en todo el dolor y la humillación que me había causado a mi.

Yo nomás fui a hacer justicia. Lo maté como lo que era. Una basura, una mierda. Le despedace la cabeza con una piedra. Se que no esta bien, que asi no se hacen las cosas, pero quien nos va a devolver la vida que nos robó. Nadie, aquí nomas Usted me ha preguntado por mi vida.

Mi jefa dijo que yo andaba drogado, me echo mas tierra, pero yo a ese lo maté porque el nos mató en vida, mi carnala esta sacando adelante a mis carnalitos. Ella trabaja limpiando casas, en el otro lado. Pudimos encontrara a mi papá. El nos abrió la puerta.

Me echaron veintidós años, pero no le hace, aquí me quedo hasta mas, porque si lo volviera a tener enfrente, lo volvía a matar.

“A mi jefa no le guardo rencor, pero no quiero verla, porque ella no nos creyó y aun cuando vio a mi hermana embarazada de ese hombre la echo a ella antes que al maldito demonio. El coraje es el coraje y la impotencia de saber que hacer y de sentir que nadie te defiende cuando eres chico hacen que uno vaya guardando el odio”.

La Constitución Mexicana establece en el Artículo 17 que la justicia por mano propia, simplemente, no está permitida: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”.




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