Mi Delito… creer en mi papá.

Historias de Lobos.
Historias de Lobos.

El calvario que sufrió una mujer, al vivir y sentir el odio infundado por parte de sus dos menores hijos

El calvario que sufrió una mujer, al vivir y sentir el odio infundado por parte de sus dos menores hijos y al ver como sus hijos eran envenenados con circunstancias inventadas y manipuladas por su padre, menoscabando completamente su inocencia y dejando un daño difícilmente reparable en el desarrollo psico-afectivo en sus propios hijos. 

Estos lamentables hechos se conocieron en el M. P. mediante una serie de denuncias presentadas en primer plano por la madre de los menores y a continuación precisamente por el padre de estos pequeños. Aparentemente en un intento de protegerlos de infinidad de delitos que a su ver cometía la madre de los niños en contra de ellos.

 La voz de la madre

“Presenté una denuncia por violencia intrafamiliar-, porque desde el inicio mi relación con ese hombre fue muy conflictiva porque el presentaba conductas extrañas, yo nunca conocí a la familia de él; las cosas cada vez fueron de mal en peor, el manipulaba a mis hijos para que me odiaran, la vida era un infierno, mi hijo llegó a pegarme, me lanzaba objetos y me vi en la necesidad de huir y abandonar el domicilio conyugal, fuera de la casa me sentí liberada, pero siempre me preocuparon los niños y siempre luche para que ellos estuvieran conmigo, el empezó diciéndole a la niña que yo era mala, que yo siempre le pegaba, que le jalaba el cabello, que la pellizcaba y tantas cosas”

 …“Mi verdadero sufrimiento fue al escuchar a mi hijo narrando toda esa serie de atrocidades que su padre le hizo creer que yo hacía, mi hijo tuvo que padecer muchas cosas que su inocencia no comprendía, ¿cómo es posible que ese hombre llegara tan lejos y fuera capaz de hacer tanto daño?…recuerdo como con esa manera obsesiva narraba de forma extremadamente detallada cada lugar, cada cámara, cada posición, ese hombre hizo creer a mi hijo que había sido testigo presencial a través de cámaras de circuito cerrado de televisión mis supuestos encuentros con un amante, no tiene idea del daño tan grande que ha causado ese hombre; cada vez que yo trataba de rescatar a mis hijos llegaba con la policía para llevárselos, mi hija me extrañaba yo lo sé, ella me lo decía…mi hijo siempre vestido como un adulto, a veces hasta con traje, le robó su infancia y todo por sus celos, por su inseguridad….”

Al momento de valorar al menor que en ese entonces tenía 8 años de edad y al comenzar a escuchar su relato, fue impactante escuchar esa narración tan detallada de las supuestas relaciones sexuales de su madre con un hombre que no era su padre, el menor utilizaba lenguaje corporal; que escribirlo, para lograr una descripción resultaría obsceno, sus palabras “la ponía así…. se la metía así… le hacía así… ella gritaba así….” Resultaban grotescas; me sorprendía como detallaba desde la puerta de entrada con lujo de detalles mínimos, colores, supuesta ubicación de cámaras, placas de los vehículos en la cochera, marca de los mismos, color de las paredes, dimensiones, ubicación de cada habitación de la vivienda en donde supuestamente sucedieron los hechos, eran demasiados detalles para ser narrados por un niño de 8 años, sin embargo, así era.

La forma descriptiva y sumamente concisa evidenciaba que el menor había sido influenciado y aleccionado ya que presentaba múltiples contradicciones si se le hacían preguntas expresas sobre los hechos denunciados.

…“Esta situación ha causado mucho dolor, mucho odio y resentimiento, todas las terapias no bastan, el daño esta hecho y todos estamos sufriendo las consecuencia. Por fin los niños están conmigo, él es un hombre enfermo que cualquier castigo nunca será suficiente para reparar todo el daño que nos causó, tenemos que volver a construir nuestras vidas, pero ¿cómo voy borrar de la memoria de mis hijos todo le que su padre les dijo y les hizo creer que era real?, mis hijos hoy están conmigo gracias a la ley.”

*La pregunta que surge es inmediata: ¿Cómo puede algún padre o madre hacer daño a sus hijos, si probablemente sea lo que más quiere en esta vida?, bastante gente no sabe resolver bien los conflictos de pareja y utiliza a los hijos para vengarse u obtener algo; el proceso puede tener como detonante que uno de los padres rehaga su vida sentimental, que abandone en una manera de “huir” el domicilio conyugal o, que el alienador sienta que ha perdido su lugar ante los hijos. Entonces el progenitor alienador se marca como objetivo alejar a la ex-pareja de sus hijos y empieza a influir en ellos. Como consecuencia, los niños caen un conflicto de lealtades y no quieren dar la razón ni a uno ni a otro. Aunque intentan hacer dos mundos, tienen un aguante, que rápidamente revienta. Al menor se le obliga a olvidar y a negar lo que ha vivido y, por otro lado, a aceptar las mentiras como ciertas, lo que separa al niño de la realidad. Aunque esté acreditado con vídeos y testimonios, el niño ha borrado de su mente ciertas vivencias y, por el contrario, cuenta cosas como que le pegaba unas palizas horribles ó entre tantas como las ya señaladas, aunque eso no haya existido jamás, para un niño lo que le dicen sus padres es la verdad.

 *Retomado de “El Síndrome de Alienación Parental (SAP), Richard Gardner, 1985, citado por: José Manuel Aguilar, psicólogo clínico y forense y autor del libro SAP. Síndrome de Alienación Parental.

La historia desde la perspectiva del padre

“El daño en contra de Dios y la sociedad es irreparable, levanté un acta porque mi hijo presenció actos sexuales de mi esposa con su amante; ella se lo llevaba a mi hijo a la casa de su amante y mi hijo veía todo en los monitores, me siento humillado, ya sé dónde está el gusano ese, ya lo localicé, ya localicé su tumba, voy a hacer que pague…(al referirse al supuesto amante de su esposa); …a mi hermano lo mataron; fueron expertos le hicieron dos incisiones diagonales en los ojos, le metí los dedos en las cuencas de los ojos para ver si los tenía,  fui al anfiteatro a reconocerlo, lo torturaron… a mi otro hermano lo mataron fingiendo un accidente automovilístico, todo para cobrar los seguros, lo despedazaron a él y a su camioneta, no sabe cuánto daño siento por dentro, voy a buscar a cuanta gente esté involucrada, nosotros sabemos cómo despedazar a una persona a golpes…”(Sic. Marzo 2004).

La realidad social

Cada vez es más común ver como las parejas disueltas en muchos de los procesos utilizan y manipulan a sus hijos para causarse daño, sin estar conscientes de que el mayor daño lo reciben sus hijos porque los obligan a odiar a alguien a quien los hijos aman y necesitan, sumergiéndolos en depresión.

 




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