Promover la compasión

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Si siempre viéramos a todos los seres humanos como nuestra propia madre, seríamos una sociedad más pacífica. En este mundo hay animales, pájaros, insectos, gusanos, etc., a quienes es difícil ayudar porque no tienen un idioma como el nuestro. Sin embargo, podemos hacer algo por nuestros semejantes, podemos comunicarnos con las personas porque son mental, … Leer más

Si siempre viéramos a todos los seres humanos como nuestra propia madre, seríamos una sociedad más pacífica. En este mundo hay animales, pájaros, insectos, gusanos, etc., a quienes es difícil ayudar porque no tienen un idioma como el nuestro. Sin embargo, podemos hacer algo por nuestros semejantes, podemos comunicarnos con las personas porque son mental, física y emocionalmente iguales a nosotros. El entrenamiento en compasión trae paz y felicidad a la mente de las personas, eso nos hace altruistas.

Cuando estamos demasiado frustrados, enojados o llenos de miedo, no tenemos paz mental. El dinero, la fama y el poder no traen tranquilidad, pero prestar atención a la compasión de los demás sí. A los niños pequeños no les importa la fe, la nacionalidad o la raza de sus compañeros, siempre y cuando sonrían y jueguen alegremente juntos, ese es el verdadero espíritu que todos necesitamos.

Desafortunadamente, la educación moderna ofrece poca información sobre cómo abordar nuestras emociones perturbadoras y lograr la paz interior. Mi compromiso que hice con Su Santidad Dalái Lama en su visita a la ciudad de Zacatecas, el 16 de octubre del 2013, fue el promover los valores humanos básicos, fomentar la armonía interreligiosa y preservar el conocimiento y la cultura de la no violencia y la compasión que nos lleva al auténtico afecto que es la compasión.

Porque grandes eruditos y pensadores de otras culturas, que desarrollaron una rica comprensión del funcionamiento de la mente y de las emociones, logran enseñarnos un conocimiento que es de crucial beneficio para muchos en el mundo de hoy. La India, por ejemplo, tiene tanto la oportunidad como la capacidad de combinar este antiguo conocimiento con la educación moderna y esta práctica debería ser un imperativo categórico en todas las culturas.

La contribución que hacen la ‘ahimsa’ (no violencia) y la ‘karuna’ (compasión) para fomentar la armonía religiosa y una sana convivencia entre todos los pueblos es la intención básica de no hacer daño, puede ayudar a practicar la no violencia.

Cuando somos demasiado egocéntricos, se puede dar lugar a ansiedad y depresión y un antídoto eficaz es cultivar el altruismo que tenga en cuenta a toda la humanidad. Apreciar la unidad de la humanidad nos lleva a reconocer nuestra igualdad esencial como seres humanos. Hoy, con la ayuda de la tecnología, toda la humanidad es una sola comunidad.

Les pido un favor, ayúdenme a difundir y hacer práctico el compromiso que hice con  Su Santidad Dalái Lama, nos conviene a todos. Gracias.




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