Por qué la Semana Santa es variable

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Varias personas me preguntan frecuentemente porque las fechas de Semana Santa nunca son fijas, son variables, y es porque se establece un evento astronómico lunar. La Semana Santa siempre se celebra el domingo que sigue a la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Este equinoccio ocurre siempre entre el 21 de marzo y … Leer más

Varias personas me preguntan frecuentemente porque las fechas de Semana Santa nunca son fijas, son variables, y es porque se establece un evento astronómico lunar. La Semana Santa siempre se celebra el domingo que sigue a la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Este equinoccio ocurre siempre entre el 21 de marzo y el 25 de abril. La regla que se suele utilizar para calcular la fecha de la Semana Santa es la siguiente: el domingo de la Pascua de Resurrección es el siguiente de la primera luna llena pasando el equinoccio de la primavera del hemisferio norte de la tierra.

La Semana Santa es importante pues de su fecha dependen otras celebraciones religiosas como Pentecostés y la Ascensión. Fijar la fecha de la Pascua de Resurrección también es importante para la sociedad civil pues algunas de estas celebraciones religiosas tienen reflejo en el calendario laboral. Al principio del siglo VI, en el cristianismo reinaba una gran confusión sobre la fecha adecuada para celebrar esta Pascua y diferentes grupos tenían sus criterios propios y diferenciados para fijarla. Aunque en el Concilio de Arlés (año 314) ya se reconoció la necesidad de fijar una fecha común de celebración cristiana.

El 19 de abril es la fecha más frecuente del domingo de Pascua se celebra casi 4 veces cada cien años: el 3,87  por ciento. La menos frecuente es que caiga el 22 de marzo y solo 5 veces cada milenio o el 25 de abril que solo unas 8 veces por milenio.

La diversidad de colores en las vestiduras en la liturgia es de acuerdo a un motivo.

BLANCO: Se usa en tiempo pascual, tiempo de navidad, fiestas del Señor, de la Virgen, de los ángeles, y de los santos no mártires. Es el color del gozo pascual. ROJO: Se usa el domingo de Ramos, el Viernes Santo, Pentecostés, fiesta de los apóstoles y santos mártires. Es el color de la sangre y del fuego. VERDE: Se usa en el tiempo ordinario (período que va desde el Bautismo del Señor hasta Cuaresma y de Pentecostés a Adviento). Se usa en los oficios y Misas del «ciclo anual». MORADO se usa en Adviento, cuaresma y liturgia de difuntos.Es signo de penitencia y austeridad. DORADO o PLATEADO: En los días más solemnes pueden emplearse ornamentos más nobles, aunque no sean del color del día ROSA: el gozo por la cercanía del Salvador el Tercer Domingo de Adviento, e indica una pausa en el rigor penitencial el Cuarto Domingo de Cuaresma. Es símbolo de alegría, pero de una alegría efímera. AZUL: Indica las fiestas marianas, sobre la Inmaculada Concepcion NEGRO: Expresión de duelo.

¡Felices Pascuas de Resurrección!




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