La no violencia y la compasión

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

En un momento en que nos enfrentamos a tragedias de la naturaleza, situaciones como la delincuencia, la violencia en la familiar e incluso, la amenaza del calentamiento global y que varios líderes mundiales buscan afanadamente el poder a través de las armas, es absurdo tener un anhelo de paz. No necesitamos rezar para que se … Leer más

En un momento en que nos enfrentamos a tragedias de la naturaleza, situaciones como la delincuencia, la violencia en la familiar e incluso, la amenaza del calentamiento global y que varios líderes mundiales buscan afanadamente el poder a través de las armas, es absurdo tener un anhelo de paz.

No necesitamos rezar para que se acabe el hambre, la guerra, la violencia intrafamiliar y la delincuencia, porque sabemos muy bien lo que es necesario para impedirlas. Lo que se requiere es quitar el malestar emocional para familiarizarnos con lo que conocemos como “compasión y la no violencia”.

Lo que nos hace daño y provoca sufrimiento son las aflicciones mentales y las emociones destructivas, que no podemos eliminar por completo, pero sí trabajar en ellas para reducirlas.

Diferentes culturas nos enseñan que las situaciones humanas son relativas porque se van viviendo en diferentes etapas en cada ser humano.

En la actualidad el ser humano, ya sea que pertenezca a una creencia o no, ¿se preocupa por ser mejor? ¿Investiga si las cosas que se suponen le dan sentido a su vida son reales o son apariencias temporales?

Cuando estamos enfadados por una situación o apegados a algo pareciera que pudiera ser bueno o malo. Nuestra percepción siempre estará distorsionada, porque si te relajas y examinas la realidad de forma objetiva, verás que nada existe tal y como aparece.

Las emociones destructivas surgen de la ignorancia y tenemos que trabajar la mente con claridad y consciencia, esa es su esencia y los aspectos distorsionados de la mente que lleva a una actitud egoísta que genera la violencia y crueldad.

Para practicar la destreza de la mente es necesario dar el antídoto adecuado, por ejemplo; es común que se prescriban diferentes medicinas para las dolencias, pero a veces se recomiendan diferentes medicinas para diferentes pacientes con la misma dolencia, es decir se deben de dar diferentes instrucciones a diferentes personas.

Para practicar una paz mental necesitamos que las actitudes egocéntricas y los conceptos erróneos sobre un yo autónomo e independiente se vean reducidas con la práctica de ver la realidad objetivamente. Reflexionar en mi existencia tiene el efecto de reducir la intensidad de mi ira.

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