Covid, gobierno y religión

A poco más de tres meses de la llegada del Covid-19 a México, la respuesta del gobierno federal se ha caracterizado por ser tardía, errática y contradictoria. Ha fallado la estimación del pico de la pandemia, calculado originalmente entre el 8 y el 10 de mayo.

Ha fallado la estimación de fallecimientos calculados originalmente entre 6 y 8 mil, luego ajustados entre 30 o 35 mil. La comunicación ha sido disonante: gobierno promueve quedarse en casa, pero el presidente reinicia giras de trabajo; gobierno niega relevancia del uso de cubre bocas mientras la OMS lo recomienda; crecen contagios, pero inicia reapertura económica.

El gobierno federal tiene dos ejes principales: Aumentar montos y adelantar pagos de programas sociales bajo el argumento de que atienden al 70% más vulnerable y crear 2 millones de empleos. Respecto a los 2 millones de nuevos empleos, la cifra carece de sustento: incluye cifras optimistas de contrataciones en proyectos inexistentes hoy e incluyen cientos de miles de beneficiarios de programas sociales como si fueran empleos nuevos.

En ausencia de una estrategia clara del gobierno federal para detener la propagación del virus, los gobiernos estatales han aplicado estrategias propias, dependientes de sus recursos y capacidades institucionales.
En pobreza extrema por ingresos de por lo menos 6.64 millones, en los escenarios más optimistas, y de hasta 18 millones en los más pesimistas. Ello podría estimular prácticas de saqueos y protestas económicas, aunque estas han disminuido respecto a lo que se observó en abril y la primera quincena de mayo.

Respecto a la inseguridad, las cifras oficiales revelan que la incidencia delictiva común como robos a transeúntes, negocios y transportistas tuvo una ligera disminución en abril: con negocios cerrados y menos personas en las calles, disminuyeron las oportunidades de delinquir. Sin embargo, se registró un aumento de homicidios dolosos.

Se pone en riesgo la viabilidad del proyecto de la llamada 4T; menos votos para Morena en las elecciones de 2021, aunque lo más probable hoy es que obtenga con sus aliados la mayoría absoluta.

La pandemia ha impactado a varias religiones y han colaborado para ser un paliativo a través de un esfuerzo en sanidad, alimentos y oración. Sus líderes han salido a manifestar su inquietud al invitar a todos sus miembros a que contribuyan desde la oración hasta el sacrificio para acabar con este mal.

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