Simón Juárez crea con los desechos electrónicos

Time–Lab es un taller de arte y reciclaje que en este 2017 cumple 10 años dedicado no sólo a la experimentación artística, sino a la promoción de la cultura de la reutilización y del cuidado ambiental. Óscar Simón Juárez González, impulsor del proyecto, hace de los desechos electrónicos, la materia prima para trabajar y construir … Leer más

Time–Lab es un taller de arte y reciclaje que en este 2017 cumple 10 años dedicado no sólo a la experimentación artística, sino a la promoción de la cultura de la reutilización y del cuidado ambiental.

Óscar Simón Juárez González, impulsor del proyecto, hace de los desechos electrónicos, la materia prima para trabajar y construir aparatos dedicados a la producción musical.  

Sin duda, una de las principales innovaciones por las que Simón ha sido reconocido, es la fabricación de osciladores electrónicos.

Y es que de computadoras, televisiones, radios y otros aparatos electrónicos que han dejado de funcionar, extrae diversas piezas a las que encuentra otra utilidad.

Simón explicó que los osciladores son dispositivos que convierten la corriente continua en una onda, la cual produce un sonido.

A los 13 años aprendió a tocar como DJ y a esa edad tuvo su primer acercamiento a las tornamesas. Posteriormente, a sus 28 años inició su preparación formal en la capital del país.

La música ha dado a Simón el mayor de los méritos, al ser conocido como artista sonoro.No obstante, el taller también abre sus puertas a otros músicos y artistas plásticos, que por igual encuentran en los desechos una oportunidad para la creación.  

Y es aquí donde empezó sin duda la parte más experimental de su trayectoria, de la mano con otros artistas como Eduardo Arvizu Olivan, con quien impulsó un taller de experimentación de resistencia de materiales, en el que se exponían a la intemperie, al sol, a la lluvia, al aire, para crear piezas al aire libre.

Esto se conoce como rady made o arte objeto.

En entrevista con Imagen, Juárez González recordó que su interés por el reciclaje surgió desde niño.

“Me gustaba mucho desarmar aparatos y desde los 8 años, más bien los desarreglaba, y con lo que había descompuesto hacía otras cosas, como juguetes”, comentó.

La infancia fue decisiva para aprender diversos oficios como carpintería, grabado, dibujo, escultura y cerámica.
Así, el acceso a la herramienta y a diversas técnicas facilitaron su proceso de creación.

Para Simón casi cualquier material puede reciclarse; sin embargo, este es un proceso que requiere tiempo y paciencia, y en una década en ello, lo ha constatado.

Para el reciclaje es más allá de un apoyo al medio ambiente, la forma de capitalizar recursos y materiales para la expresión artística.

“Una vez que está en mis manos ya no es basura”, expresó.  

En Time – Lab, también se tiene el equipo para la producción digital, de música, efectos especiales, escenografías, utilerías y muebles, además de otras producciones artísticas y restauración de muebles. 

Imagen Zacatecas – Redacción