Sagrados Corazones, templo de gran aprecio por la comunidad

GUADALUPE.- Uno de los templos católicos de enorme aprecio entre la comunidad de vecinos en este municipio es el de Sagrados Corazones, que se ubica en la avenida Heroico Colegio Militar.

Al respecto, cabe destacar que en 1676 un grupo de católicos donó una ermita para la construcción de una capilla en el mismo espacio en el que actualmente se ubica el templo.

La parroquia estuvo dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe y fue abierta a la comunidad de feligreses el 12 de diciembre del año 1681.

Alrededor de ese periodo, las autoridades eclesiásticas determinaron que en ese templo se desarrollaran actividades religiosas bajo la dirección de la Provincia de San Francisco de Zacatecas.

De esa manera, un primer grupo de frailes se estableció de manera formal en el año de 1701 y no fue sino hasta 1864 que se le dio el título de “vicaría fija”, cuya sede fue el Colegio Apostólico de Propaganda Fide.

A partir de 1859 los franciscanos no pudieron atender el convento debido a la exclaustración causada por las Leyes de Reforma y no sería sino hasta 1862 cuando el culto pudo restablecerse por parte de los franciscanos, quienes estarían al frente de la parroquia desde 1862 hasta 1897, cuando dicho templo se elevó a la categoría de parroquia.

Una combinación de estilos

El inmueble religioso tiene un estilo neoclásico mientras que su altar mayor es de estilo barroco y perteneció originalmente al convento de San Francisco de la ciudad de Zacatecas.

Las nuevas instalaciones del templo fueron erigidas en el año de 1945, por lo que desde entonces es una de las iglesias preferidas por la comunidad y en la que se brinda todo tipo de ayuda a las personas que lo requieren.

Cabe destacar que posee un archivo en el que se resguardan los documentos históricos producidos por la Parroquia de los Sagrados Corazones de Jesús y María de Guadalupe, perteneciente a la Diócesis de Zacatecas, sufragánea de la Arquidiócesis de San Luis Potosí de la Iglesia católica.

Cabe destacar que ahí se encuentra inhumado el canónigo magistral Antonio Vela Godina, quien fuera párroco del lugar entre los años 1945 a 1966; el sacerdote nació el 8 de septiembre de 1912 y murió el 7 de noviembre de 1987.

En 2012 el templo fue restaurado, cuando era alcalde de esa localidad Rafael Flores Mendoza y las obras le fueron realizadas en general a la parroquia para ser entregadas el 19 de noviembre de ese mismo año, en ceremonia que estuvo presidida por el actual obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló.