
Confía en la magia de Dumbar el Curandero.
No bajes la meta, aumenta el esfuerzo.
Esta limpieza debes de procurar hacerla en viernes o sábado antes de que caiga el Sol y para realizarla necesitarás:
Pasa por tu cuerpo la veladora desde la cabeza hasta los pies, luego haz lo mismo con la ruda y con el perejil, procura que sea igual y dando ligeros golpes.
Echa una cucharada de sal gruesa en el agua y ponla enfrente de la veladora, enciéndela y di la siguiente oración:
“Madre tierra en nombre de nuestro protector con la autoridad que nos ha sido daza, me paro en la brecha, ato todo mal que me quieran hacer a mi persona y limpio todo mal que me hayan hecho.
Quitó de su dominio todo terreno que le haya sido dado por mis antepasados; ató todo principado todo hombre fuerte que quiere operar a través de las maldiciones generacionales, en el nombre de mis deidades.
Rompo toda maldición declarada sobre mis descendientes.”
Quema la piedra alumbre en un comal y lo tiras. El agua lo usas como enjuague, deja que la veladora se consuma toda.