
Anabel inició su carrera en el cine a los 16 años, participando como extra en la película El diablo no es tan diablo.
MÉXICO.- Este domingo murió la actriz Anabel Gutiérrez a los 89 años, dejando un legado en las pantallas mexicanas tras su paso por la Época del cine de Oro.
Anabel destacó en las telenovelas y comedia, donde se hizo icónico su papel de Doña María Espotaverderona Torquemada, madre de ‘La Chimoltrufia’ (Florinda Meza) en el programa de Chespirito.
Anabelle Rafaela Gutiérrez Aicua nació el 5 septiembre de 1931 en Ciudad de México. Es madre de la actriz Amairani Romero y abuela de Macarena García, quien actúa en la serie mexicana Control Z.
Anabel inició su carrera en el cine a los 16 años, participando como extra en la película El diablo no es tan diablo. Luego compartió créditos con actores como Pedro Infante, Sara García, Joaquín Pardavé, Mario Moreno ‘Cantinflas’ y ‘Tin Tán’.
Fue en la década de los 50 cuando despegó su carrera, actuando en Azahares para tu boda, con Fernando Soler, Marga López, Sara García y Joaquín Pardavé.
Luego vino en Al son del mambo, al lado de Adalberto Martínez ‘Resortes’; también en Muchachas de Uniforme Deseada (con Dolores del Río y Jorge Mistral), Rostros olvidados, La visita que no tocó el timbre. En Escuela de vagabundos, lanzada en 1955, actuó al lado de Pedro Infante y Miroslava Stern.
Participó además en Las aventuras de Pito Pérez, junto a Germán Valdés ‘Tin Tán’, Marcelo Chávez y Andrés Soler.
Entre sus papeles estelares, protagonizó Angelitos del trapecio con los actores ‘Viruta’ y ‘Capulina’, la cual años después la llevó a ser parte de la comedia de ‘Chespirito’.
Una vez consolidada en el cine mexicano, tuvo trabajo en telenovelas de la década de los 60, como México 1900 (1964), Cárcel de mujeres (1968); posteriormente participó en Alguna vez tendremos alas (1997), Carita de ángel (2000) y en varios episodios de Mujer, casos de la vida real, de 2002 a 2005.
Se retiró del cine en 1999 con La paloma de Marsella; sin embargo, siguió en las pantallas hasta hace poco más de una década, en 2007, en la novela juvenil Lola, érase una vez, al lado de Eiza González.