Publican experiencias de médico villista

La División del Norte (1914), por un Testigo Presencial es un apasionante libro narrado por Encarnación Brondo Whitt, un joven médico que se enroló un año en el ejército villista y le tocó vivir la Toma de Zacatecas. Como parte de las actividades por la conmemoración de esta gesta heroica, el Tribunal Superior de Justicia … Leer más

La División del Norte (1914), por un Testigo Presencial es un apasionante libro narrado por Encarnación Brondo Whitt, un joven médico que se enroló un año en el ejército villista y le tocó vivir la Toma de Zacatecas.

Como parte de las actividades por la conmemoración de esta gesta heroica, el Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas realizó la presentación de este libro, cuyos comentaristas fueron Rubén Beltrán, cronista de Chihuahua; José Enciso, coordinador se la Unidad de Investigaciones Históricas del tribunal, y Héctor Sánchez, docente investigador de la UAZ.

Beltrán explicó que el doctor Brondo Whitt se enlistó en el ejército villista luego de que Francisco Villa regresara de su exilio en Texas para vengar la muerte de Francisco I. Madero.

Precisó que el libro consta de tres apartados y que el médico abandonó el ejército revolucionario cuando vio en Villa y en Felipe Ángeles los deseos de poder y soberbia.

Sánchez expresó que Brondo Whitt se integró a su grupo con el objetivo de vivir la aventura de la guerra y estuvo en la brigada sanitaria primeramente a cargo de Andrés Villareal, luego de Calixto Contreras y finalmente de Felipe Ángeles.

En el libro, dijo, menciona que los médicos dividían a los heridos por estados, ya que los del norte usaban sombrero chico y ropa gruesa, mientras que los del sur iban con sombrero grande y ropa delgada.

Además, comentó que Brondo Whitt relata que en la Batalla de Zacatecas la División de Norte coincidió con la División del Centro a Pánfilo Natera y que de esta última le llamaba la atención que los soldados iban a pelear con una interesante y contrastante cantidad de estampas, pues igual llevaban al general Villa que al Santo Niño de Atocha y a la Virgen de Guadalupe.

Asimismo, destacó que para el médico fue sorprendente ver cómo en el ejército villista abundaban la mujeres, casi una por cada soldado, así como familias enteras que andaban en la Revolución hasta con bebés y a quienes no se les veían intenciones de retroceder.

A la presentación asistió el nieto del Centauro de Norte, Francisco Villa Betancourt.

Imagen Zacatecas – Selene Lamas