Para redescubrir la historia, el museo Toma de Zacatecas

ZACATECAS.- La capital de nuestro estado está llena de sitios culturales de gran valor, y uno muy importante por su colección de objetos es el museo de la Toma de Zacatecas, el cual está en un inmueble tan viejo como la ciudad.

Este museo de gran valor histórico está ubicado en las instalaciones de la Casa Fuerte del Patrocinio, que en un lejano pasado sirvió para protegerse de los indígenas, y que usaron en el lejano año de 1550.

A lo largo de los años, este lugar estuvo dedicado a distintos usos, entre ellos, funcionó como un asilo, un hospicio, una casa de caridad y hasta llegó a servir como albergue.

Para el año de 1984 el edificio acabó siendo remodelado y se inauguró como un museo el 24 de junio del mismo año, esto para la conmemoración del 70 aniversario de la Toma de Zacatecas.

Este espacio desde entonces está dedicado a preservar la memoria sobre como el territorio zacatecano fue crucial para el desarrollo de este evento histórico y armado ocurridos en el año de 1914.

A través de sus distintas salas y pasillos podemos ver una colección de objetos invaluables que fueron testigos de una serie de eventos armados, sangrientos y destructivos que marcaron el rumbo de nuestra nación.

Una colección de objetos  de época

En sus salas encontramos ropas y armas usadas durante la batalla, metralletas, escopetas de mano, máuseres, además de un cañón de largo alcance. También en el sitio hay un plano urbano  del año de 1906.

Y para ilustrar de mejor manera ese plano, también hay una maqueta de toda la zona donde se desarrolló esta cruenta batalla en la que se destruyeron edificios y caminos.

También se exhiben fotografías y copias amplificadas de periódicos de la época, la mayoría de Reginald Kahn.

Junto a ese material periodístico hay también mucho material fotográfico donde sobresalen las fotos de personajes convertidos en leyenda como lo es Juana Gallo, una  mujer muy conocida por su valor.

Frente a los próceres  de la Revolución

Este museo se encuentra sobre la explanada del cerro de La Bufa, y en su interior muestra distintas facetas de la historia y se apunta al pasado prehispánico, a la época virreinal.

También se apunta el apogeo de la ciudad en la explotación minera en tiempos de la independencia y por último tenemos el motivo principal, el de la rucha revolucionaria.

Pasear por las salas de este museo nos acerca a la brutalidad y virulencia de las batallas de revolución, desde detrás de una vitrina y seguros y en paz podemos ver el metal y la pólvora que derramaron sangre.

En las fotos color sepia vemos una ciudad que conocemos y que se nos muestra en esos ayeres, para redescubrirla, pensando en cómo esos sitios en los que caminamos a diario también sostuvieron a esos hombres con grandes sombreros.

En conjunto a las estatuas de en el Cerro de la Bufa tenemos este espacio que nos da una visión más cercana a esta batalla encabezada por el General Francisco Villa, Comandante de la División del Norte, y secundada por Pánfilo Natera y Felipe Ángeles, de la División del Centro.