
La etapa más bonita de la crianza de estos animales es cuando nacen los pollitos. | Foto: Imagen.
JALPA. – La vida de campo se mantiene sobre todo de la siembra, y de la cría de animales, y uno de los más nobles criaturas que se pueden tener son las gallinas que con sus huevos y con su canto de la mañana dan alegría a quienes las crían. Las gallinas son unos animales … Leer más
JALPA. – La vida de campo se mantiene sobre todo de la siembra, y de la cría de animales, y uno de los más nobles criaturas que se pueden tener son las gallinas que con sus huevos y con su canto de la mañana dan alegría a quienes las crían.
Las gallinas son unos animales bellos y agradecidos porque son muy sencillos de criar, y para a aquellos que aman las aves saben cómo cuidarlos desde que nacen y hasta el último día de su existir.
Incubar pollos en el rancho, es a la antigua, hay que esperar a que la gallina esté culeca, y se sabe porque hace un sonido especial y no sale del nido, además en esos días se pone brava pues no deja que nadie la toque.
Si en esos días uno mete las mano al nido acabará picado muchas veces, aunque la gallina suela ser mansita.
La etapa más bonita de la crianza de estos animales es cuando nacen los pollitos, pues son pequeñitos y uno los puede agarrar con facilidad y ver cómo son bellos, en esta época es cuando uno los puedes criar mansitos.
Esta es la parte más bella pero también la más difícil porque estos animales en esta época de su vida son muy sensibles y les afecta todo, el calor o el frío, la lluvia, son muy delicados para la lluvia si se mojan es muy fácil que enfermen.
Aunque siempre su mamá gallina los protege a capa y espada de cualquier peligro que se le ponga enfrente, así sea de algo peligroso como un perro o una serpiente.
Luego cuando empiezan a crecer y su mamá los deja hay que seguir cuidándolos, la gente que los cría suele meterlos a una cajita de cartón para que no les dé el frio en la madrugada.
En el caso de las gallinas, ellas pueden empezar a poner a los seis meses de edad, claro cuando se crían en el rancho, pues en el rancho se les da de comer diferente, ahí comen maíz, zacate, alfalfa, y casi todo lo que sale de la cocina, como pedacitos de jitomate, cebolla, chile, lechuga, tortillas, casi todo.
Si uno ha tenido la oportunidad de probar los huevos que salen directo de una gallina, verá que éstos son mucho más ricos que los que uno consigue en cualquier tienda o supermercado, saben deliciosos hasta el olor es diferente y más agradable.
Incluso son diferentes porque un buen blanquillo es aquel que cuando se le rompe el cascarón y se deposita en el interior en el plato para batirlos, la yema no se rompe.
En el rancho tampoco ponen tanto las gallinas como en las granjas, pero hay gallinas que pueden vivir hasta los cinco o hasta más años, aunque claro, con el tiempo la producción de huevo es menor a cuando son jóvenes.
Por otro lado, el sabor de la carne de gallina es mejor que el de gallo, no se sabe por qué, pero el caldo y la carne son mucho más ricos.
Y de manera general es mucho más sabroso el caldo de pollo de rancho que del pollo de granja, pues en el rancho no crecen de forma acelerada.
Para Doña Chela, siempre ha criado animalitos en su casa, cuando era más joven criaba vacas, borregos, cerdos y pollos, ahora por su edad, ya sólo cría pollos, pues son más fáciles de criar y no representa mucho esfuerzo atenderlos.