“Ser el peor del grupo me ha ayudado”; señaló el guitarrista Moisés Alfonso Acosta González, quien actualmente forma parte del ensamble de guitarras Kanari. Y es que al ser uno de los guitarristas más destacados de su generación, Moisés ha participado con diversas agrupaciones musicales, donde siempre ha tratado de rodearse de gente con mayor … Leer más
“Ser el peor del grupo me ha ayudado”; señaló el guitarrista Moisés Alfonso Acosta González, quien actualmente forma parte del ensamble de guitarras Kanari.
Y es que al ser uno de los guitarristas más destacados de su generación, Moisés ha participado con diversas agrupaciones musicales, donde siempre ha tratado de rodearse de gente con mayor experiencia que él.
Como parte del ciclo de conferencias Retrospectiva Profesional del Quehacer Musical que organiza la Unidad Académica de Artes de la UAZ, Moisés ofreció la conferencia Desarrollo académico del músico a través de la música de cámara, donde uno de sus consejos fue ese: ser el peor del grupo.
El consejo escuchado originalmente de jazzista Pat Metheny motivó al guitarrista, considerado como un virtuoso de su instrumento, a participar con ensambles de cámara y orquesta donde siempre hubo gente de mayor experiencia que le dejó algún aprendizaje.
El músico de origen hidrocálido, pero estudiante de la UAZ, resaltó que los conciertos de pequeño formato, mejor conocidos como música de cámara, requieren del fortalecimiento a través de los propios estudiantes y con proyectos que no solo mantenga a los públicos de nicho, sino que generen nuevos interesados.
Asimismo, motivó a la nutrida asistencia a su conferencia, a generar nuevos productos dentro de la música de cámara y no encasillarse en los conciertos y métodos que se les enseñan desde la academia.
En su conferencia realizada en la Biblioteca Central de la UAZ, el joven dio 15 consejos que desde su experiencia le han funcionado para incursionar en el mundo de la música de cámara.
Entre estos destacó la necesidad e importancia de mantener vivos los conciertos del tipo, ya que, en ocasiones, los festivales y eventos que se organizan lucen vacíos.
“Es necesario asistir, gestionar cursos, etcétera; ayudará a que la música de cámara no desaparezca. Por ejemplo, en Zacatecas, el Festival Internacional de Música de Cámara, es muy bueno, pero tiene poca asistencia, ni siquiera de los estudiantes de música”, aseveró.
Imagen Zacatecas – César Orta