Cada uno de los rincones de la prócer ciudad de Zacatecas han sido escenarios de una infinidad de hazañas de quienes han vivido o transitado por este lugar. En esta ocasión quiero compartir con los amables lectores una semblanza de una de las fuentes más emblemáticas que aquí se construyó. El extremo sur de la … Leer más
Cada uno de los rincones de la prócer ciudad de Zacatecas han sido escenarios de una infinidad de hazañas de quienes han vivido o transitado por este lugar.
En esta ocasión quiero compartir con los amables lectores una semblanza de una de las fuentes más emblemáticas que aquí se construyó.
El extremo sur de la calle Tacuba era la entrada de la ciudad en el siglo 16. Según el libro de cabildo de 1595, en el mismo sitio donde ahora está la fuente hubo una cruz. Entre finales del siglo 18 y principios del 19 esa cruz fue removida para dejar en su lugar una fuente ornamental que luego fue retirada para colocar, en 1898, una estatua ecuestre del general Jesús González Ortega.
Este monumento fue trasladado en 1949 al ángulo noreste del parque General Enrique Estrada conocido popularmente como parque Sierra de Álica.
El cambio del monumento obedeció a la propuesta de algunos vecinos y comerciantes de la ciudad quienes argumentaron que, debido a la extrema cercanía de la estatua con la terminal de autobuses, los pasajeros mientras hacían la espera de su transporte colocaban alrededor de ella toda suerte de objetos, bultos, costales y jaulas con animales.
Era un espectáculo poco estético e indigno para el monumento, además de que se estaban deteriorando los artísticos relieves de bronce situados en su base; las autoridades accedieron al traslado.
Al quedar vacante este lugar, don Federico Sescosse Lejeune propuso, proyectó y dirigió, la construcción de la Fuente Monumental de Tacuba. El Gobierno del Estado inició la obra a principios de 1957. En agosto de ese año el gobernador Francisco E. García le encomendó su conclusión al Ayuntamiento de Zacatecas.
La obra de cantería de la fuente fue terminada el 18 de diciembre de 1957, solo faltaba la instalación eléctrica, colocar el quipo de bombeo y los arbotantes del remate.
Parte de estos últimos detalles fueron resueltos, y entre el 16 de enero y el 27 de febrero de 1958, le colocaron los faroles e hicieron la instalación eléctrica.
Para el 25 de septiembre de este mismo año, solo faltaba corregir pequeños inconvenientes de alumbrado e instalar la bomba; a los pocos días ya todo estaba listo para su inauguración, hecho que sucedió el día 12 de octubre, aniversario de la llegada de Colón a este continente.
La famosa y emblemática Fuente Monumental de Tacuba tuvo un costo de casi 33 mil pesos aportados por el Gobierno del Estado, el municipio y la iniciativa privada. La costumbre hizo que los habitantes de la ciudad olvidaran poco a poco el nombre original de la fuente y ahora se le conoce sencillamente como la Fuente de Los Faroles.
Es una réplica estilizada y de menores dimensiones que la fuente monumental que se encuentra en una típica plaza, junto a la Catedral de Sevilla, España, en cuyo interior se supone que descansan los restos de Cristóbal Colón. Tal vez por la asociación de estas ideas se programó la inauguración de la fuente de Zacatecas para el ya citado día.
El día 3 de abril de 2004 fueron inaugurados los trabajos de remodelación, limpieza e iluminación de la fuente, así como la construcción de una isleta para peatones.
La obra fue promovida por el ayuntamiento capitalino y financiado, en su mayor parte, por el Club del Cerro de la Bufa de Oxnard, California.
A partir de ese día la fuente estuvo dedicada como un monumento a la memoria de su promotor, quien fuera el principal protector del Centro Histórico: Federico Sescosse Lejeune, según consta en una improvisada placa que ahí se colocó a manera de testimonio.
*Cronista vitalicio de Zacatecas
Imagen Zacatecas – Manuel González Ramírez