Gorditas doña Esperanza cumple medio siglo

GUADALUPE.- En 2024, gorditas doña Esperanza cumple medio siglo de existencia en las inmediaciones del jardín Juárez de la localidad; Rosa de Ávila es hija de la fundadora de ese negocio, la señora Esperanza, creadora de los guisos más ricos en Guadalupe, donde se ofrece un extenso surtido de gordas de rica tradición.

La señora De Ávila comenta que ese establecimiento estuvo ubicado con anterioridad en otros puntos de Guadalupe pero que hace 30 años terminó por establecerse a un costado del Juárez, donde se ha mantenido, pese a todos los inconvenientes, “contra viento y marea”, como ella misma lo expresó.

Fue la señora Esperanza Flores, quien creó ese restorán en el año de 1974 y lo siguió atendiendo hasta hace poco, “pero por su edad, decidimos que lo mejor era que me hiciera yo cargo de él y mi mamá, aunque activa, descansara un poco”, expresó Rosa.

Ella misma destacó que su mamá comenzó con un pequeño local de lámina hace media centuria pero que trabajó de manera muy intensa a partir de ese momento, hasta establecer un negocio que les ha dado muchas recompensas a lo largo de su trayectoria.

“Estuvo también ubicada en la calle San José, luego de lo cual pudo adquirir un local en el mercado Independencia, donde sigue vendiendo todo tipo de productos”.

Al respecto, la entrevistada dijo que “el éxito de doña Esperanza se basa sin duda en el hecho de que ahí se ofrece comida mexicana, que es muy rica con un espléndido sazón y sabor casero, difícil de encontrar en los negocios de los alrededores”, destacó.

Sus precios son justos y económicos

Los precios de las gordas doña Esperanza son de 17 y 18 pesos, tomando en cuenta que ese tipo de alimentos se venden más caros en otros establecimientos, dijo la cocinera.

“Nuestros clientes pueden pasar un gran momento aquí ya que además les ofrecemos refrescos, malteadas, café y otras bebidas; el lugar es espléndido, tiene una vista maravillosa al Juárez y la atención es muy buena”, añadió.

Rosa detalló que a lo largo de ese tiempo hay muchas historias que contar, para el caso de soportar los incrementos de precios de los alimentos, “además de que luego de la pandemia, nuestra clientela dio un bajón”, estimó.

Es la hermana de Rosa quien cocina y se da todas las tardes su tiempo para preparar los exquisitos guisos con los que se rellenan las gorditas de doña Esperanza.

“La gente nos sigue, sobre todo trabajadores y burócratas; de hecho, uno de nuestros clientes constantes era el anterior alcalde de Guadalupe, a quien le encantaban nuestras gordas”, dijo.

Añadió que ahí llegan muchos turistas, quienes no desean irse de Guadalupe sin haber probado, nuevamente, las gordas doña Esperanza.