Desde hace 60 años los esquimos Mi Cholita ofrecen deliciosas malteadas de fresa y jugos naturales a sus clientes en el mercado Genaro Codina, mejor conocido como El Laberinto. La señora Rosa María Sánchez Lira, encargada del negocio, comentó que se trata de una tradición familiar que ha ido de generación en generación, desde que … Leer más
Desde hace 60 años los esquimos Mi Cholita ofrecen deliciosas malteadas de fresa y jugos naturales a sus clientes en el mercado Genaro Codina, mejor conocido como El Laberinto.
La señora Rosa María Sánchez Lira, encargada del negocio, comentó que se trata de una tradición familiar que ha ido de generación en generación, desde que sus padres María Soledad Lira y Diego Sánchez iniciaron con este hermoso oficio.
Explicó que el nombre de Mi Cholita se le dio a este negocio familiar por el nombre de Soledad “Chole”, la madre de Rosa María.
“Mis papás estaban primero en el callejón que está junto al mercado, después nos pusieron ya dentro del edificio pero en la parte de en medio y con la última remodelación ya nos colocaron en la entrada” explicó.
Expuso que sus hermanos más grandes se fueron involucrando en el negocio y después lo atendió ella, por lo cual ha sido siempre un negocio familiar.
Gabriela Pérez Sánchez, nieta de doña Chole quien también atiende el local explicó que un esquimo es como una malteada a base de hielo, fresa natural y leche, “es la especialidad, pero también vendemos jugos de naranja, zanahoria, apio y betabel”.
Contó que sus dos hermanas, Gladys y Estefanía, también colaboran en el negocio, ya que éste tiene un horario de 7:30 de la mañana a 3:30 de la tarde de lunes a domingo.
Para hacer los esquimos primero se prepara la nieve con un raspa hielo, se vierte en un vaso de metal junto con las fresas naturales ya picadas, para finalizar se coloca la mezcla en una máquina para hacer malteadas.
La señora María Castro, cliente frecuente de local dijo “son los mejores, me encantan. Hoy voy a tomarme dos, pero me he tomado hasta tres medianos, están deliciosos”.
Imagen Zacatecas – Patricia Uribe