¿Cómo fueron los últimos días de Mario Moreno Cantinflas?

Mario Moreno Cantinflas, Mario Arturo Moreno Ivanova y Eduardo Moreno Laparade. Foto: Cortesía.
Mario Moreno Cantinflas, Mario Arturo Moreno Ivanova y Eduardo Moreno Laparade. Foto: Cortesía.

Mario Moreno Cantinflas falleció en su domicilio de la capital mexicana, el 20 de abril de 1993.

CIUDAD DE MÉXICO.- Los últimos días de Mario Moreno Cantinflas los vivió acompañado principalmente de su hijo y su sobrino; los cuales nunca llevaron una buena relación. Pero ambos se mantenían unidos debido a que buscaban estar cerca del Mimo de la Gabardina Blanca.

Una vez que Cantinflas lo diagnosticaran con cáncer de pulmón, su calidad de vida disminuyó, hasta el punto en que su hijo; Mario Arturo Moreno Ivanova, y su sobrino, Eduardo Moreno Laparade comenzaron una disputa por la herencia.

Hasta el día de hoy existen diferentes versiones de las condiciones en las que se encontraba el actor al momento de su muerte por dicha disputa.

A Mario Moreno Cantinflas lo diagnostican con Cáncer de pulmón

A Cantinflas lo diagnosticaron con cáncer de pulmón los primeros meses de 1993, cuando ya se encontraba en su retiro y ofrecía de vez en cuando entrevistas.

No obstante, Moreno Ivanova aseguró que no se trató de cáncer de pulmón, sino cáncer en el esófago, y que dicho cáncer estaba adherido a la vena carótida, por esa razón, su salud empeoró en muy poco tiempo.

Según relató su hijo, la salud de su padre un día estaba bien y al siguiente, ya se encontraba en cama; aunque siempre lo atendieron diferentes médicos.

Después del diagnóstico, no tardaron en comenzar las agresivas quimioterapias. Durante todo su tratamiento estuvo en Estados Unidos, donde se esperaba que la tecnología, que era más avanzada que en México; pudiera darle mejores opciones para hacerle frente al cáncer.

Lamentablemente, esto no fue posible, en las últimas semanas del actor; su salud estaba tan decaída que le era difícil siquiera moverse de su cama y no estaba completamente consciente.

Es entonces cuando el actor se alojó en un hospital, donde sólo caminaba dentro de su habitación. Durante esos días perdió la capacidad de satisfacer sus necesidades fisiológicas por sí solo; ya que necesitaba ayuda para comer y bañarse.

Mario Arturo aseguró que él estuvo durante todos esos días con su padre y se hacía cargo de darle de comer, asearlo y ayudarlo a caminar.

En sus mejores días, Cantinflas podía dar unos pasos en el pasillo fuera de su habitación, pero lo hizo durante muy pocas ocasiones.

Disputas entre Mario Arturo Moreno Ivanova y Eduardo Moreno Laparade

Asimismo, los sobrinos de Cantinflas, sobre todo Eduardo Moreno Laparade; aseguraron que Mario Arturo no sabía controlar su comportamiento y tampoco logró dejar su adicción a diferentes drogas. Lo que hacía que su humor empeorara cuando se encontraba en compañía del cómico.

Por otra parte, en una de las ocasiones en que Mario Arturo estaba cuidando a su padre, supuestamente se  molestó tanto al punto de que golpeó a Cantinflas.

No obstante, esto lo negó el hijo del actor, quien aseguró que Eduardo Moreno en pocas ocasiones se presentó en el hospital; porque le daban “asco” las condiciones en las que se encontraba Mario Moreno, en esos momentos.

Cesión de derechos de las películas de Cantinflas

Más tarde aseguró Eduardo, que su tío estaba todavía muy consciente en los primeros días de marzo de 1993. Época en la que decidió llamar a su abogado y pedir que se realizara una cesión de derechos de las películas a él; quitándole así parte de la herencia a Moreno Ivanova.

La notaria Melby Reyna, encargada de certificar la cesión de derechos de las películas del actor. Mencionó que no fueron testigos de que Cantinflas firmara el documento; sino que Eduardo Moreno lo presionó con el argumento de que tenía que tomar un avión y debía tener listo el documento antes de partir.

Mario Arturo vio cómo en menos de una semana su papá empeoró gravemente. Es entonces cuando los médicos y el propio Cantinflas tuvieron que tomar la decisión de suspender las quimioterapias; pues el actor ya no soportaría más el tratamiento.

De tal modo, que al dejar el medicamento, Moreno Ivanova tomó la decisión de llevarlo a la Ciudad de México para que muriera en su país. Pensando en que esa habría sido la voluntad de su padre si estuviera consciente.

Finalmente, el 20 de abril de 1993, Mario Moreno falleció en su domicilio de la capital mexicana.