Uber debe seguir libre

A ningún gobierno del mundo le gusta el mercado libre, entendido este como una transacción que se realiza entre particulares sin ninguna intervención del gobierno. Por eso en el mundo son muy pocos los ejemplos de mercados libres en absoluto y los que hay producen resultados sorprendentes. Los dos mejores ejemplos acaso sean Uber, la … Leer más

A ningún gobierno del mundo le gusta el mercado libre, entendido este como una transacción que se realiza entre particulares sin ninguna intervención del gobierno. Por eso en el mundo son muy pocos los ejemplos de mercados libres en absoluto y los que hay producen resultados sorprendentes.

Los dos mejores ejemplos acaso sean Uber, la empresa de taxis más grande del mundo que no es propietaria de ningún carro y Airbnb, la más grande empresa hotelera del mundo, que no es propietaria de ningún hotel.

Son casos surgidos de la presencia de internet; se trata de transacciones entre particulares donde se fijan precios y condiciones sin que intervenga el gobierno.

Y por eso producen tanto escozor a los reguladores profesionales y a muchas personas que están acostumbradas a tener la presencia del gobierno en sus vidas casi como si de Dios se tratara, siempre presente en todo tiempo y lugar.

Uber inquieta además por otro factor: en todos los países, en todos los Estados, en todos los Municipios, los taxistas son agrupaciones, generalmente sindicatos, regulados por el Estado en todo, desde el estado de sus vehículos, aunque casi siempre son carcachas, hasta la licencia de los conductores y la tarifa que aplican. Pero además, son fuerza política. Los partidos los utilizan para que apoyen masivamente a sus candidatos.

Es lógico que los taxistas quieran que a Uber la regulen igual que ellos y, desde luego es tentación de los gobiernos regularla.

El problema es que se trata de una transacción entre particulares. El carro de Uber pertenece a una persona a la que un usuario le pide que lo traslade. El precio lo aceptan ambos con el auxilio de la tecnología de internet.

Es como si el gobierno quiere regular los acuerdos que hacen muchos padres de familia para un día a la semana llevar a su hijo y a los hijos de los vecinos. Y rolarse en esa tarea. Son operaciones entre particulares que no tiene porqué regularlas el gobierno, aunque mucho me temo que en algún momento habrá algún tipo de regulación.

Hasta el jueves.    

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado