Por un ayuntamiento fuerte

El próximo domingo habrá de elegirse (nuevamente) a quien fungirá como alcalde  capitalino, aunque según las encuestas y las propias probabilidades, será una mujer quien seguramente encabezará el próximo ayuntamiento; situación que celebro, ya que se van consolidando condiciones más equitativas para las mujeres en el ejercicio político.   Sin embargo las condiciones que obligaron  … Leer más

El próximo domingo habrá de elegirse (nuevamente) a quien fungirá como alcalde  capitalino, aunque según las encuestas y las propias probabilidades, será una mujer quien seguramente encabezará el próximo ayuntamiento; situación que celebro, ya que se van consolidando condiciones más equitativas para las mujeres en el ejercicio político.
 
Sin embargo las condiciones que obligaron  a una elección extraordinaria y los tiempos con los que cuenta la próxima administración municipal no son de lo más favorable. Sin importar quién sea la próxima alcaldesa, llegará al cargo a través de una elección extraordinaria carente de toda legitimidad y aprobación social; y no precisamente por los factores que motivaron la anulación de la elección ordinaria, como lo pudieran presumir algunos partidos políticos, sino más bien por la pérdida de confianza y credibilidad de parte de la ciudadanía hacia sus procesos democráticos.
 
Este proceso extraordinario requirió en primera instancia de paciencia extraordinaria de la sociedad, además de que más allá de abonar a fortalecer nuestros procesos electorales y con ello nuestro sistema democrático, seguramente se verá un efecto contrario, pues elegir a nuestros gobernantes con una alta abstención como se prevé el día de la jornada electoral, así como desarrollar campañas alejadas de las propuestas y del contacto con la sociedad, nos ubica lejos de una verdadera y efectiva democracia.
 
Y es lamentable esta situación, no solo por lo que respecta a nuestra vida democrática, sino a la necesidad de generar gobiernos y administraciones públicas fuertes, que gocen de legitimidad y autoridad que les permita emprender las acciones necesarias para atender las demandas sociales, que una ciudad como la nuestra exige que se atiendan de manera urgente y eficiente.
 
El reto que están por asumir, será un reto enorme y complejo, pues es justo reconocer que el trabajo y las iniciativas emprendidas por el actual Concejo Municipal Interino, se han destacado por emprender acciones que seguramente trascenderán pues han respondido en buena medida a ir atendiendo las diferente necesidades sociales, más allá de atender a posibles intereses electorales o partidistas, por lo que la próxima administración no puede perder tiempo alguno y tendrá la obligación a mínimamente mantener esos esfuerzos e iniciativas que la precederán.
 
Así que cualquiera que sea el resultado de las próximas elecciones, esperemos que se reflejen en un ayuntamiento fuerte que tenga como prioridad trabajar por brindar mejores y mayores servicios públicos a los zacatecanos y no pierda tiempo ni esfuerzos en relevos y cambios administrativos que solo tienden a entorpecer la función pública.
 
 
 

Imagen Zacatecas – José Luis Guardado Tiscareño