Los zacatecanos, con poco interés en el progreso

La sociedad zacatecana en general está más interesada en mantener las tradiciones que en incorporarse al mundo moderno.  

Dos ejemplos recientes y muy claros ilustran esa resistencia al progreso: la resistencia que hubo por una parte de la ciudadanía y el poco interés de las autoridades a la transformación del mercado González Ortega.       

Preferimos un lugar que venda muñecas de peluche a uno que imite transformaciones de espacios similares en las grades ciudades, como México, Madrid, París.   

La intervención de la autoridad en contra de UBER, que representa la modernidad y en defensa de los taxistas tradicionales.

Y a estas resistencias se suma otro pensamiento: antes que nada y primero, todo lo zacatecano. Trabajadores zacatecanos, empresarios zacatecanos, productos zacatecanos.

Esta forma de pensar, que nos caracteriza es exactamente la misma que Donald Trump: “expulsemos a los migrantes, que nuestras empresas den trabajo solo a los gringos, que consumamos lo nuestro”.

Son pensamientos proteccionistas que inducen a rechazar lo que no tiene origen “nuestro”.
Por eso a Zacatecas el progreso le pasó por todas las fronteras y se industrializaron y modernizaron todos los estados vecinos.

Esas sociedades sí aceptaron que entraran empresarios de otras latitudes, que llegaran representantes de otras culturas o de otras latitudes del mismo país, pero con pensamiento diferente.

Por eso Zacatecas es pobre mientras los Estados vecinos ofrecen muchas más oportunidades.
Hubo un gobernador que no tuvo interés en impulsar la carretera Zacatecas-Aguascalientes. Y cuando le preguntaron porqué no, respondió que no quería unir el destino de Zacatecas al de Aguascalientes. Le dio horror que en Zacatecas hubiera más empleo, mejores, salarios, mejores viviendas, más oportunidades, en suma.

Zacatecas es uno de los estados más pobres del país no solo porque los gobiernos no han sabido socializar y darle continuidad a un modelo, sino porque no han creado y aplicado políticas públicas que estimulen la capacidad de competir, que abran las puertas a todo lo que no es de Zacatecas.
Y mientras eso no cambie, Zacatecas no progresará.  
Hasta el lunes.

 

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado