La recuperación de pacientes quemados; una dura prueba

Durante un mes permaneció hospitalizado y fue sometido a tres cirugías. Fotos: Cortesía.
Durante un mes permaneció hospitalizado y fue sometido a tres cirugías. Fotos: Cortesía.

En los últimos cinco meses, 12 adultos han sido atendidos en la unidad de quemados del Hospital General de Zacatecas.

ZACATECAS.- Entre 200 mil y 500 mil pesos por noche es el pago que realizan los heridos por quemaduras, dependiendo de la gravedad de las lesiones.

En los últimos cinco meses, 12 adultos han sido atendidos en la unidad de quemados del Hospital General de Zacatecas por accidentes con instalaciones eléctricas y de gas.

Claudio López Giacoman, cirujano plástico adscrito al servicio de dicho nosocomio, explicó que las quemaduras en rostro y extremidades son las más frecuentes.

Aunque algunas quemaduras son de carácter ambulatorio, en el 70% de los casos el paciente requiere hospitalización.

El tratamiento

El tratamiento de un paciente quemado consta de tres etapas: reanimación hídrica, manejo de las heridas y cubierta cutánea.

En la primer etapa se repone en urgencias los líquidos perdidos por las quemaduras, posteriormente estas se lavan y se cubren para evitar infecciones.

“Hay que cubrir esa quemadura ya sea con un injerto del mismo paciente o con piel cultivada, o que sea de cadáver”, indicó.

Explicó que, una vez que el paciente es dado de alta, se le prescribe medicamento así como el uso de prendas de compresión para cubrir el área afectada.

Asimismo dado, que todas las quemaduras dejan secuelas en menor o mayor grado, se requiere rehabilitación física.

Advertencia, imágenes fuertes

Ejemplo de fortaleza

Para Diego López, un joven de 27 años, el proceso de rehabilitación fue de casi dos años y  puso a prueba su fuerza física y mental.

Hace seis años, Diego y otros ocho misioneros de los Legionarios de Cristo, sufrieron quemaduras graves durante un viaje a Cuicatlán, Oaxaca.

Esto debido a que en la casa donde se hospedaban había pólvora y estalló cuando uno de sus compañeros arrojó accidentalmente una colilla de cigarro.

Debido a la explosión, Diego sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 38% de su cuerpo pero principalmente en su torso y piernas.

Durante un mes permaneció hospitalizado y fue sometido a tres cirugías para reparar el daño con injertos de piel de su cuerpo.

Compartió que, el proceso de rehabilitación no fue sencillo pero “es cuestión de tiempo y de tener una actitud positiva”.

Gracias a la ayuda económica y emocional de familiares y amigos, Diego superó esta dura prueba.