Espantos en noviembre

A unos días de la elección presidencial en los Estados Unidos, retorno la posibilidad de qué Donald Trump se alce con la victoria. En medio del escándalo el FBI dirigido por un Republicano lanzo el dardo a inicios de la semana, de inmediato los sondeos del impacto negativo para Hillary Clinton se hizo notar. Lo que recordó que esta campaña inicio con lodo y culminara en estercolero. Estados Unidos es el país que se asume como defensor de la democracia. La pregunta es ¿qué tipo y que calidad de democracia es la que existe realmente en el país más rico del mundo y con qué calidad moral marca la pauta en el orbe?
A caso es BenchMarking y nos copiaron las formas de hacerlo. O es la realidad nunca revelada de un mundo que siempre ha existido. El de la disputa por el poder económico y político.

A caso Reagan, Nixon, o Bush padre e hijo nunca estuvieron en medio de escándalos, mentiras y manipuleo.  La memoria se borro y Kennedy sigue vivo.

Esta es la disputa de poder en el país más poderoso. No es fecha de espantos, son días donde el encono por ese poder se evidencia hasta lo más vulgar, son los contrastes de lo hecho por cada aspirante y sus respectivos grupos.

Y a nosotros porque nos asustan con ese petate. Definiciones futuras que penden del resultado del 8 de noviembre. Pudiera ser que en medio de los muertos resucitara el ex secretario de hacienda Luis Videgaray y se afianzaría la apuesta del Presidente Peña Nieto por aquella invitación incomoda. 

Los analistas hablan de empate técnico, otros del voto oculto y de la decepción demócrata. Cierto es que la contienda se cerró cuando ya parecía definida.

Otras bandas impactaría esa carambola, sin lugar a dudas. Tanta alharaca en contra de un misógino, que solo demuestra que para todo el mundo la discriminación pasa a segundo término. Aseveración preocupante ante esos reconocimientos mutuos pero oscuros.

Imagen Zacatecas – Manuel de Jesus García Lara