El consumidor es primero

El gobierno mexicano en todos sus órdenes, federal, estatal y municipal tiene, entre muchas otras, la confusión de por los derechos de quién debe velar. De los consumidores o de los empresarios; de los usuarios de un servicio o de quien prestan dicho servicio.

Esa confusión es muy grave porque produce políticas públicas equivocadas o decisiones incorrectas que afectan a la sociedad y provocan el hartazgo de los ciudadanos, quienes observan que los servidores públicos no sirven para nada.

Uno de estos casos de confusión se da precisamente y con mucha claridad en Zacatecas.     
El director de Transporte, Tránsito, Vialidad, Miguel Rivera Villa, se ha metido de cabeza en el tema de Uber y los taxistas concesionados por el estado.

Habrá que señalar que Uber es un servicio que prestan particulares, en sus vehículos y que son contratados  por otros particulares a través de su teléfono celular utilizando un sistema creado por la empresa Uber, quien por cierto se ha convertido en la mayor empresa de taxis en el mundo sin ser propietaria de una sola unidad.

Uber funciona en la mayoría de las grandes ciudades de México y el mundo y el grado de satisfacción de los usuarios es altísimo. Prefieren Uber a los taxis tradicionales.

Pero aquí, en Zacatecas, don Miguel Rivera Villa se ha puesto de parte de los taxistas y los protegerá, con todas sus deficiencias, en contra de Uber. Es decir, decidió que los ciudadanos de Zacatecas se jodan y utilicen taxis sucios, en mal estado, con taxistas que se bañaron hace días, que son majaderos y que cobran lo que quieren.       

Para ello ha inventado una serie de reglas que él aplica para acabar con Uber. Es decir, por decisión de Miguel Rivera Villa los zacatecanos tenemos que seguir usando un mal servicio.
El director de Tránsito del Estado está confundido. Debe defender a los ciudadanos, no a los taxistas.
Hasta el jueves.     

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado