#Video Se cae a un tiro de la mina y pena en busca de sus hijos

A principios del siglo 20 una familia minera vivía uno de sus mejores momentos, pero ninguno se imaginaba que la dicha terminaría convirtiéndose en traición y muerte. Agustina era ama de casa, era una mujer alta que siempre lucía unas hermosas trenzas y un singular vestido largo. Agustina todos los días, a la misma hora, … Leer más

A principios del siglo 20 una familia minera vivía uno de sus mejores momentos, pero ninguno se imaginaba que la dicha terminaría convirtiéndose en traición y muerte.

Agustina era ama de casa, era una mujer alta que siempre lucía unas hermosas trenzas y un singular vestido largo. Agustina todos los días, a la misma hora, acudía a dejarle el lonche a su esposo que era minero y que trabajaba en una de las catas de los tiros de la mina en el cerro Proaño.

Cada día, llevaba en un canasto sopa caldosa, frijoles, un guiso, tortillas y un jarro con agua fresca. 
Cuando llegaba al lugar de trabajo de su esposo colocaba un mantel que ella misma había tejido, con cuidado ponía los alimentos y disfrutaba pasar el tiempo con su marido. 

Un día que parecía normal, Agustina junto con sus hijos llegaron a la mina antes del mediodía, más temprano que de costumbre. Al llegar encontró a su esposo acompañado de una jovencita que era su amante. 

Agustina no pudo con la sorpresa, fue tanto el dolor que le causó que tomó a sus hijos de la mano y corrió enloquecida al cerro, sin embargo por la manera tan desesperada en que huía, ella y sus hijos perdieron el equilibrio y cayeron a las catas del cerro Proaño, lo que les provocó la muerte. 

Cuando se enteró el personal de la mina del accidente, intentaron rescatar los cuerpos de la familia ya que era pertinente darles la santa sepultura a la señora y a sus hijos.

Fue un hecho que conmovió a la población, pues fue muy triste el final que tuvo Agustina y sus hijos. 
Pasado el tiempo, vecinos de las calles Barreno, Gómez, Delicias y de la Colonia Esparza, dicen haber visto a una mujer llorar de una manera muy desgarradora y que grita ¡Mis hijos, qué va a pasar con mis hijos! La mujer fue identificada como Agustina que sale a buscar a sus hijos.

Esta es una historia que ha trascendido de generación en generación, es contada por padres y abuelitos de familia, se dice que se contaba la trágica circunstancia para advertirles a las familias de accidentes, pero sobre todo servía para poner en duda las relaciones de los mineros.

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Imagen Zacatecas – Andrés Rivas




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