El panteón de Santa Teresa, albergue de monumentos

FRESNILLO.- El panteón Santa Teresa es el primero en la cabecera municipal y será reconocido como monumento histórico para su posterior identificación como museo.

En el lugar descansan los restos de los personajes ilustres de la historia moderna del municipio como el beisbolista, Manuel El Yaqui Benítez; el fundador de la Banda de Música Santa Cecilia, José María Venegas Rocha, entre otros.

El decreto 314 que se emitió el año pasado por parte del gobierno estatal identificó al lugar como monumento histórico por el valor de las tumbas que alberga.

El jefe del Departamento de Parques, Jardines y Panteones, Gustavo Carrillo, explicó que tienen mesas de trabajo con personal de la Junta de Protección de Monumentos y Zonas Típicas del Estado, quienes vigilan la aplicación del decreto.

Expuso que elaboran un inventario de los sepulcros y las condiciones en que se encuentran a la par de una estrategia para preservar las que se encuentran en buenas condiciones y una más para rehabilitar las más dañadas.

En deterioro

Entre las que se encuentran con más deterioro se destacan el mausoleo de la familia Belauzarán, que data de 1893 y en el interior reposan restos de Pedro Belauzarán, pero su caja queda expuesta.

A fin de preservarlos, personal del panteón ideó la forma de taparla con piedras, pero derivado de la emisión del decreto deben evitar maniobras en el sitio.

Junto a este mausoleo se encuentra una tumba, donde apenas se lee que pertenece al niño Felipe, quienes trabajan en el camposanto aseguran que su alma aún corretea entre los pasillos.

De igual forma, está el mausoleo de la familia Ortega, donde reposa uno de los ingenieros más prósperos de la minería en Fresnillo, Rafael Ortega; su nobleza lo llevó a donar parte del lugar a quien le sirviera en su hogar con los trabajos domésticos, Juanita.

El mausoleo es el más antiguo que se identifica en el panteón, pero permanece con pocos daños a pesar del paso del tiempo. Se construyó en 1820.

Gran terreno

Personajes de Fresnillo relatan que las tumbas alcanzaban una extensión de varias cuadras hacia el Barrio Alto; sin embargo, el paso del tiempo y la desatención de autoridades de antaño llevaron a su desaparición y al reconocimiento de una extensión mucho menor a la original.

Dentro de este predio descansa el maestro Joaquín Belloc, quien falleció en 1912, así como el beisbolista El Yaqui Benítez, quien murió a los 19 años, a consecuencia de una puñalada en una riña y dejó atrás un sueño ya que tenía firmado un contrato con los Dodgers para emigrar a las grandes ligas.

El cementerio tuvo alguna vez una división por zonas en las que se identifica el espacio de los párvulos, el de obeliscos, los mausoleos y las capillas.

A fin de preservar la mayor información posible de estos lugares, Carrillo explicó que determinó la digitalización de los libros de registro que tienen disponibles desde 1930.