El Runrún: ¿El Aumento salarial mejora la percepción del gobierno estatal?

Sin duda, el anuncio del aumento salarial y la duplicación del bono de despensa es una buena noticia para la burocracia zacatecana, particularmente para aquellos trabajadores de confianza que durante años habían quedado fuera de estos beneficios. En un contexto donde gran parte de los jefes operativos son solo encargados de oficina sin nombramiento formal por parte del gobernador, David Monreal, este incremento representa un reconocimiento tangible a su esfuerzo cotidiano. El aumento no solo significa justicia laboral, sino un respiro económico para muchas familias, especialmente con el bono de despensa que, al pasar de 1,500 a 3,000 pesos, será uno de los apoyos más valorados en el hogar. Por fin, muchos comienzan a sentir en el bolsillo que trabajar para la Nueva Gobernanza puede traer beneficios concretos. Ojalá que esta medida también se traduzca en una mejor percepción de la administración de David Monreal al interior de las oficinas, donde muchas veces las primeras críticas y observaciones provienen justamente de los propios burócratas.

Escándalos oficiales no desvían atención del millonario fideicomiso
En las últimas semanas, la agenda informativa en Zacatecas ha estado marcada por una serie de noticias que, aunque importantes, podrían provocar que temas de verdadero interés ciudadano queden relegados. Desde los festejos por la Toma de Zacatecas, la presentación del equipo Mineros de basquetbol, el aumento salarial a la burocracia, la suspensión del servicio de recolección de basura en Guadalupe, hasta los avances en proyectos como Milpillas o el programa de vivienda, el flujo constante de información puede llevar a que muchos zacatecanos pierdan de vista un tema fundamental: el destino de los 3 mil 652 millones de pesos contemplados originalmente para el viaducto elevado.
Este fideicomiso millonario, del cual se informó que había recibido cerca de 1,800 millones de pesos antes de la cancelación del proyecto, sigue envuelto en opacidad. El gobierno estatal aseguró que los anticipos entregados a la empresa constructora serían devueltos tras un acuerdo, pero a la fecha no se han dado a conocer cifras claras sobre cuánto se ha recuperado, cuánto costaron los trabajos preliminares y cuánto dinero queda disponible.
Más de un ciudadano espera saber no solo cuánto se ejerció, sino en qué se planea invertir lo restante. Porque en medio del ritmo vertiginoso de noticias, lo que realmente importa es la transparencia y la rendición de cuentas.

Cuando la educación se usa para cobrar facturas políticas
La instrucción emitida por el subsecretario de Educación Básica, José Alfredo Sánchez Mendoza, que prohíbe actos cívicos o cualquier vínculo institucional con el alcalde de la capital, Miguel Varela, representa un exceso inadmisible bajo una supuesta defensa de la legalidad. El argumento de respaldarse en la Ley General en Materia de Delitos Electorales es, en el mejor de los casos, absurdo: no estamos en periodo electoral ni se ha acreditado ninguna conducta proselitista. Si la intención fuera auténticamente institucional, la orden se extendería a los 58 presidentes municipales y no estaría dirigida con nombre y apellido. Pero lo que refleja esta medida es una actitud autoritaria, revanchista y personalista, propia de una burocracia que ya no sabe distinguir entre política pública y politiquería. Más grave aún, se amenaza veladamente a los directores al advertir que cualquier acto “de cualquier índole” será responsabilidad directa de ellos, en una lógica más cercana al amedrentamiento que a la gobernanza educativa. Mientras se persigue al alcalde por aparecer en una ceremonia escolar, el mismo subsecretario ignora crisis reales como la de la Secundaria Técnica 27, donde padres de familia exigen respuestas ante la imposición improvisada del Bachillerato del Bienestar. Este episodio exhibe a una Secretaría de Educación ensimismada en pleitos políticos, sin capacidad operativa, sin diálogo y, lo más lamentable, sin interés real por las condiciones de las escuelas.

Incompetencia sostenida en Economía, cuatro años de atraso económico
Las declaraciones de la subsecretaria de Economía, Judith Trejo Cárdenas, han vuelto a exhibir, de forma irrefutable, su profunda desinformación y preocupante falta de preparación para el cargo que ocupa desde hace cuatro años.
Al señalar la inseguridad como obstáculo para la inversión, Trejo Cárdenas no aporta nada nuevo ni relevante: reproduce una obviedad que cualquier informe del INEGI o del Secretariado Ejecutivo confirma desde hace años.
Lo alarmante no es lo que dijo, sino lo que demuestra: después de tanto tiempo en el puesto, Trejo Cárdenas no tiene identificadas las causas estructurales que frenan la inversión productiva en Zacatecas. Tampoco existe evidencia de alguna estrategia o política económica diseñada para mitigar dichos factores o aprovechar las ventajas competitivas del estado. En su lugar, ofrece generalidades sin sustento, revelando que el gobierno estatal ha navegado sin rumbo económico en todo este sexenio.
El daño no es sólo de percepción; es estructural. La falta de visión técnica, liderazgo económico y políticas claras ha ahuyentado el capital y frenado el desarrollo regional. Lo que debería ser una oficina clave para el futuro económico del estado, ha quedado reducida a un cargo decorativo sostenido por la negligencia y la simulación.

Runrunazos
La declaración de ayer del gobernador David Monreal sobre la presa Milpillas refleja más resignación que autocrítica: si el proyecto Milpillas fracasa, no es por la gente, sino por la falta de diálogo real, respeto a los ejidos y voluntad de construir acuerdos legítimos. Las manifestaciones de los ejidatarios pueden matar por segunda vez el proyecto.
Los Mineros de Zacatecas se presentan esta temporada con un ánimo apagado, reflejo del abandono institucional y la falta de respaldo que hemos venido señalando en la crisis deportiva que atraviesa el estado. Lejos quedó el entusiasmo que solía rodear al equipo; hoy, el proyecto parece caminar por inercia, sin dirección clara ni compromiso real por parte de las autoridades. El deporte profesional en Zacatecas vive una etapa de decadencia silenciosa, alimentada por la indiferencia y el desinterés gubernamental.