El empresario también es pueblo

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Las crisis ponen a cada país en el dilema de inyectar dinero público para reactivar la economía:  desde arriba o desde abajo. Cuando México inyectó desde arriba “ los rescates” produjeron ganancias desmedidas para una muy reducida minoría  trasladando  a los mexicanos el costo de  crisis acumuladas para complacencia de los mega usureros   El Presidente … Leer más

Las crisis ponen a cada país en el dilema de inyectar dinero público para reactivar la economía:  desde arriba o desde abajo.

Cuando México inyectó desde arriba “ los rescates” produjeron ganancias desmedidas para una muy reducida minoría  trasladando  a los mexicanos el costo de  crisis acumuladas para complacencia de los mega usureros   El Presidente López Obrador opta porque la inyección del dinero público para reactivar la economía sea desde abajo ante la incomprensión de muchos pertenecientes a los estratos que en  crisis pasadas vieron mermado su patrimonio por vía de incremento recaudatorio de las tarifas de servicios públicos y la sangría derivada del traslado al pago de intereses de la deuda pública de un gran porcentaje del presupuesto anual de la federación.

La resistencia al plan de reactivación económica desde abajo aunque de manera encubierta las más de las veces, proviene de los gobernadores poco actualizados y reproductores de inercias que los hace beber de prejuicios de sus respectivas clases acomodadas (aunque sean relativamente acomodadas) alejadas del pensamiento económico de los círculos capitalistas modernos encarnados por la decena que figura en la lista mundial de millonarios de la revista Forbes.

El reducido poderosos círculo que tenía expectativas de un rescate al viejo estilo tiene móviles económicos para oponerse al cambio, pero los otros hacen coro impulsados por el acondicionamiento cultural  al que es muy sensible la clase media aspiracional que forma parte del empresariado mexicano inmensamente mayoritario y  debe su existencia a la capacidad de paga de los de su entorno y por ende se benefician de las inyecciones de dinero público de respuesta a la presente crisis.

Lamentablemente una porción “compra” el discurso de las élites sin entender que sus verdaderos intereses son otros, con el agravante de que   los que demandan la inyección de dinero público desde arriba no lo hacen en nombre de sus intereses de minoría poderosa, se parapetan detrás de los pequeños, micros y medianos .

Nuestra realidad

De que hay que apoyar a las PYMES hay que apoyarlas, el gobierno federal hace su aporte al programar 25 mil millones de pesos para ese sector, pero se puede y se debe hacer más, desechando la falsa percepción de que los empresarios no son parte del pueblo cuando es constatable que la inmensa mayoría de los mismos es de origen y destino tan popular como el de trabajadores y campesinos. Los talleres mecánicos, tortillerías, la modesta tienda de ropa, la actividad artesanal, las pequeñas fábricas y una gran cantidad de actividades generadas en la dinámica económica son escenarios de esfuerzo honrado, de vida disciplinada en el ahorro, a esa gente no la debe ignorar ningún nivel de gobierno.

El gobernador Tello declara no compartir la estrategia del Presidente (¿Conoce una persona que creyera lo contrario?)  Lo que no es malo si él tiene para el estado que gobierna su propia estrategia que compense lo que en su opinión no hace el gobierno federal, partiendo de la premisa básica de que los tres niveles de gobierno carecen de suficiencia presupuestal cumplir sus con sus respectivas responsabilidades.

El gobernador debe partir de que en el estado que gobierna, según cifras de INEGI, más del 89 por ciento de las unidades económicas tienen de cero a cinco empleados, ¿qué puede hacerse  para auxiliarlos? En mi opinión fortaleciendo significativamente el Fondo Plata para que fluyan los créditos a bajo costo para este sector ¿Cómo? Se preguntará el lector, sometiendo a la consideración de la Legislatura local un plan de reasignaciones presupuestales.

¿Existen partidas prescindibles en el presupuesto?  ¿Perduran gastos superfluos?  ¿No hay remuneraciones excesivas a personal político en municipios y en los tres poderes del estado?  ¿Operadores políticos en las nóminas oficiales sin tareas institucionales?  ¿Viáticos excesivos? ¿Gasto en promoción encubierta con cargo al erario? ¿Aviadores? ¿Compras a precios inflados? No estaría mal echar una mirada a nuestra realidad local para localizar posibles auxilios a las finanzas públicas para fortalecer más allá la planta productiva.

La situación es tan demandante que una medida racional sería la supresión de viáticos para diputados y regidores y la cancelación de bonos cuya función es ganar más aparentando que se gana menos.

Que gobiernos y municipios privilegien compras y servicios del universo local y  promuevan que las empresas foráneas se provean con las PYMES locales.

Llega lo más nuevo

La relación entre lo público y lo privado antes del #coronavirus sufrirá cambios sustanciales, la requisa de hospitales privados en los Estados Unidos anticipa el regreso de lo público, es hora de jugársela en pos de las oportunidades que emergen de la emergencia siendo capaces de “pensar  global y actuar local”.

En tormenta, el del timón no se angustia ni contagia angustia.

Nos encontramos el lunes en Recreo

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