Boxeadora revela diagnóstico muy duro sobre su carrera profesional

Bajé a 123 libras porque no podía comer, no dormía y estaba muy débil. No le había contado a nadie lo malo que era, ni a mi novio ni a mis entrenadores.

ESTADOS UNIDOS.- Heather Hardy, excampeona mundial, reveló un diagnóstico muy duro sobre su carrera profesional; “he tenido muchas conmociones cerebrales”.

La boxeadora confesó lo mal que ha estado en lo que se refiere a su salud, esto, después de cancelar su próxima pelea del 11 de mayo.

“Cuando sufres una lesión en la cabeza, una parte de tu cerebro muere y nunca la recuperas.

¿Te imaginas eso? En 10 años he tenido demasiados daños cerebrales. No puedo tener más o no podré ver.

Ni correr, ni trotar, ni saltar la cuerda ni recibir golpes en la cabeza”, indicó la boxeadora Heather Hardy.

Cabe mencionar que la estadounidense tenía pactada una pelea contra Christine Ferea; campeona del peso mosca del Bare Knuckle FC (boxeo sin guantes). Iba a marcar su debut en este estilo..

Heather Hardy, excampeona mundial, reveló un diagnóstico muy duro sobre su carrera profesional.
Foto: Cortesía.

Ha sido un diagnóstico muy duro para mi

Por lo que dejó este testimonio en sus redes sociales. Después de su pelea ante Amanda Serrano, quien le quitó el cinturón de peso pluma de la OMB; su visión permaneció borrosa durante unos días.

“Fui a hacerme una resonancia magnética, me revisaron la vista y mientras todavía estaba en rayos X; me diagnosticaron las secuelas de una conmoción cerebral”, comentó la boxeadora.

De igual manera, descartó que haya ganado millones en su carrera, sino todo lo contrario.

“Todo el mundo piensa que gané millones en mi carrera, pero no fue así. Fui de cheque en cheque manteniendo a mi hija en el mejor vecindario para que pudiera ir a las mejores escuelas.

Y necesitaba luchar, en pocas palabras, un mes de entrenamiento para Christine y todo empeoró con mi vista.

Bajé a 123 libras porque no podía comer, no dormía y estaba muy débil. No le había contado a nadie lo malo que era, ni a mi novio ni a mis entrenadores.

No comí ni dormí de viernes a lunes y sabía que estaba demasiado débil para hacer esta mierda. Después de ver finalmente a un médico, me dijo que había tenido demasiadas conmociones durante lo que llevo de boxeadora”, apuntó.

Por un momento pensó que podría aguantar la pelea de diez minutos, pero después de una sesión de sparring muy ligera no pudo ver por completo durante dos días.