La historia en cápsulas

De mis apuntes: Carlos López Gámez.
De mis apuntes: Carlos López Gámez.

Ante la ausencia de las necesarias y suficientes publicaciones cuya temática central se refiera en su mayor porcentaje, con el creíble y obligado sustento científico, a los orígenes, raíces y desarrollo del Fresnillo y que estas lleguen a las manos de quienes en verdad se interesan por conocer más de su tierra, decidimos en esta … Leer más

Ante la ausencia de las necesarias y suficientes publicaciones cuya temática central se refiera en su mayor porcentaje, con el creíble y obligado sustento científico, a los orígenes, raíces y desarrollo del Fresnillo y que estas lleguen a las manos de quienes en verdad se interesan por conocer más de su tierra, decidimos en esta ocasión compartir con usted unas cuantas cápsulas relacionadas con la historiografía local que se han estado recuperando desde hace años.

Lo anterior fue consecuencia de una útil alianza entre Rafael Pinedo Robles y Augusto Isunza Sánchez y para dar a conocer a la comunidad sus andanzas en el mundo de la complicada investigación editaron un cuadernillo. En 1990 se anunciaba su publicación. Conservamos en la biblioteca del Club de Amigos de Fresnillo dos modestas pero valiosísimas ediciones que usted puede consultar.

Para iniciar citaremos lo que a finales del año de 1830 el Congreso del Estado expide un decreto en el cual declara que las Minas de Proaño son propiedad del Estado, todo ello de acuerdo con las Ordenanzas de Minería de aquella época. El fundamento expuesto para justificar la propiedad se fincaba en lo siguiente: “La mina que no se trabajara, podía denunciarse a título de abandono”. Las Minas de Proaño desde la última década del siglo XVIII estaban inundadas y abandonadas.

Las minas durante el gobierno de Francisco García Salinas fueron reactivadas y en poco tiempo empezaron a producir a tal nivel que en dos años aportaba más de 6 millones de pesos en ganancias. A partir de la recuperación del fundo la población de Fresnillo registró un sorprendente crecimiento en todos órdenes. El estado llega a colocarse en los niveles de mayor importancia a nivel nacional por la alta productividad minera y lo que se genera para bienestar de la comunidad en general.

La recuperación de la minería y el progreso de la entidad no fue del agrado de Antonio López de Santa Anna quien en el año de 1834 exige al Gobierno de García Salinas le entregara las ganancias obtenidas de las minas para destinarlos a los gastos ocasionados por la Guerra con Texas. Semejante osadía fue objeto de una violenta reacción del tirano quien ataca a Zacatecas y derrota las Milicias Cívicas comandada por García Salinas. Acto seguido ordena el saqueo de Fresnillo y despoja a la entidad de las Minas de Proaño para entregarlas a un consorcio inglés.

Para explotar las minas en 1835 nace la Compañía Zacatecano-Mexicana con capital y socios ingleses cuyo domicilio fiscal lo establecen en Nueva York. Registran un capital de un millón de libras esterlinas para explotar tanto las Minas de Proaño como las de Vetagrande. El representante legal y gerente de esa empresa sería José González y Echeverría con residencia en el interior de la Hacienda Nueva (Proaño).

Entre otras capsulas encontramos la que cita que las enormes piedras circulares que se utilizaban para tazas y tahonas en los rudimentarios sistemas de molienda del mineral a mediados del siglo XVI se extraía de las Mesas de San Albino .(actualmente tanques elevados del sistema de Agua de Carrillo). En el cerro se localiza además un depósito de pórfido cuarcífero compacto.

A finales del sigto XIX en papelería oficial que se expedía en la casa consistorial, sede del gobierno municipal, al final de cada documento firmaba el jefe Político y aparecía lo siguiente: “Negociación de Proaño y Plateros, Nuestra Señora de la Purificación, Real de Minas del Fresnillo”. Este sin duda alguna era uno de los siete nombres distintos con los cuales se conocía al Fresnillo. Los anteriores: (El primigenio) Aguas del Fresnillo, Minas del Fresnillo, Real de Minas del Fresnillo, Villa de Nuestra Señora de la Purificación y Real de Minas del Fresnillo, Ciudad de Fresnillo y Fresnillo de González Echeverría.

En agosto de 1958 el profesor César A. Urizar Arias, como director del Instituto Zacatecano de Bellas Artes propuso al Sindicato Minero, a la The Fresnillo Company y al municipio la formación de una Escuela de Música en esta ciudad. No hubo respuesta de ninguna de las partes y el proyecto se deshizo totalmente. Uno de tantos ejemplos de que todo lo concerniente al arte y cultura en este lugar a nadie interesa. Por cierto el Alcalde era David V. Camacho.

El 16 de julio de 1931 se realizan trabajos de pintura decorativa en el interior del templo de la Purificación. En ese tiempo el cura era D. Salvador Robles. Durante su administración se terminan las obras del atrio y la construcción de los altares de la Virgen del Carmen y la Santa Cruz. La decoración tuvo un costo de 7 mil pesos y estuvo a cargo del señor Antonio V. Ramírez y su hijo.

Antonio López de Santa Anna ordenó el saqueo de Fresnillo y despoja a la entidad de las Minas de Proaño para entregarlas a un consorcio inglés.



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