Por coronavirus, obligados a regalar su mercancía

La afluencia de clientes en el mercado de Guadalupe es casi nula. Foto: Cortesía.
La afluencia de clientes en el mercado de Guadalupe es casi nula. Foto: Cortesía.

Algunos locatarios se ven obligados a regalar la mercancía para no tirarla.

Debido a la pandemia del coronavirus, a los locatarios del mercado de Guadalupe les bajaron sus ventas entre un 50 y 60 por ciento; incluso algunos se ven obligados a regalar la mercancía para no tirarla.

María, una vendedora de pipían y nopalitos, relató que su jornada inicia a las 8 de la mañana y se va a las 6 de la tarde, pero hay días en que casi toda la mercancía se le queda.

“Esto ha bajado más del 50% y la mercancía que se queda la regala uno a la misma gente que pasa por aquí, así como a los familiares porque se echa a perder”, dijo.

Para don Horacio, también vendedor de nopalitos, reconoce que cuando su venta es buena apenas si junta los 200 pesos; cada bolsa la da a 15 pesos, por lo que consideró que no tiene margen de ganancia.

María Luisa, propietaria de un puesto de frutas, dijo que quienes acuden al mercado lo hacen con miedo y muchos de sus clientes dejaron de ir.

“Una que otra ha pasado a hacer su mandado para la cuarentena, personas que llegan corriendo ya con sus máscaras, pero la venta ha bajado mucho, como un 50 por ciento”, estimó.

Sin embargo, reconoció que pese a las bajas ventas deben “estar al pie del cañón”, pues esta es su única fuente de ingresos, por lo que, para aminorar las pérdidas, a la mercancía que se queda se le da la vuelta o bien se oferta a un precio menor.

Tal es el caso de algunas frutas como la papaya y el melón.

Si bien la mayoría de los comercios en este mercado están abiertos y tienen a la vista gel antibacterial e incluso letreros llamando a la sana distancia, en cumplimiento a las medidas sanitarias que marcan las autoridades, el flujo de personas es casi nulo.

La “fayuca” sin puestos

De los 40 puestos que se instalaban en el tianguis de la fayuca, solo seis permanecían este domingo.

A decir de los vecinos, este es el tercer domingo que los comerciantes decidieron quedarse en casa y no salir a vender.

Las calles que eran usadas para el tianguis lucen vacías.

Los únicos puestos que se instalaron fueron de comida: había dos puestos de tostadas y nachos; otro de agua de coco; uno más de herramientas, otro de refacciones y el último de discos y
películas

Con información de Elena Chávez y Norma de Luna




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