Un torneo venido a menos

Los Tomateros de Culiacán cayeron el domingo 3-2 ante Cuba y perdieron la oportunidad de levantar la corona de tricampeones de la Serie del Caribe.

El resultado marca un hecho histórico, no solamente por la derrota de México, que llegaba al cotejo como gran favorito para lograr el título, sino por el rival que luego de casi 60 años logra coronarse en un torneo del que decidió ausentarse por cuestiones políticas.

El torneo se ha venido rezagando en el marco de las nuevas competencias internacionales, por principio de cuentas el limitar a cinco países la participación no ayuda al crecimiento de la pelota en el continente y origina que solamente dure una semana.

Por cuestiones de calendario la competencia bien podría ser potenciada por el campeón del béisbol de las Grandes Ligas, eso si le pondría un sabor especial.

Los Gigantes de San Francisco hubieran acaparado las miradas del mundo del béisbol en una contienda de este tipo.

Después está la globalización en su apogeo en cada una de las novenas participantes, México, Dominicana, Venezuela y Puerto Rico contaban con elementos de diferentes nacionalidades.

Solamente Cuba participó con un equipo de jugadores totalmente de la isla.

A diferencia del Clásico Mundial de Béisbol, aquí es un torneo de equipos más que de países, es como si el Real Madrid cambiara su nombre a España al participar en el Mundial de Clubes o si el América fuera México.

La poca difusión que tiene el Rey de los Deportes en los medios de comunicación también ha influido para que la Serie del Caribe no sea lo que fue.

Pese a todo Cuba ganó bien y es justo campeón de un torneo que luce descafeinado y que no tiene el arrastre de antes.

Imagen Zacatecas – José Manuel Barrón