Ubiquemos al Tri en su realidad 

La Selección Mexicana se está encontrando con un verano mucho más complicado del que esperaba en torneos internacionales. Los recientes fracasos en los Mundiales Femeniles y Juveniles se suman a la pobre actuación del equipo tricolor en la Copa América. Las alarmas están encendidas rumbo a la Copa Oro, en la que los directivos, entrenador … Leer más

La Selección Mexicana se está encontrando con un verano mucho más complicado del que esperaba en torneos internacionales.

Los recientes fracasos en los Mundiales Femeniles y Juveniles se suman a la pobre actuación del equipo tricolor en la Copa América.

Las alarmas están encendidas rumbo a la Copa Oro, en la que los directivos, entrenador y jugadores se han encargado de previamente calentar al grado de que si no se es campeón deberá ser tomado como un mayúsculo tropiezo.

Al ponerse la loza en la espalda y minimizar a selecciones como  Estados Unidos, Costa Rica, Honduras o Panamá, el riesgo que se corre es muy importante.

Los tiempos en los que la Selección Mexicana ganaba, gustaba y goleaba ante sus rivales de zona se acabaron hace ya bastante tiempo.

Es una realidad que México tendrá en la cancha al mejor equipo posible, no hay fuera de la nómina actual del Tri más de dos jugadores que merezcan estar dentro de la Elite que ha sido convocada a la Copa Oro.

Pero también es una realidad que la mayoría de los equipos participantes, y sobre todo los cuatro mencionados previamente, tienen jugadores de buen nivel que militan también en equipos de Europa.

Tampoco es asunto menor el crecimiento que ha tenido la MLS y el cada vez más competitivo nivel de las ligas centroamericanas, en relación a México.

Pensar que porque se tiene un buen equipo se logrará arrollar a los rivales y ganar el torneo caminando, es simplemente pecar de ilusos.

México tendrá que empezar a encontrar pequeñas sociedades y conexión entre sus líneas para poder aspirar a levantar el trofeo de la Concacaf.

Desde 1991 solamente el Tri y Estados Unidos han ganado el torneo, pero ya han alcanzado la final Panamá, Honduras y Costa Rica que cada vez lucen como una mayor amenaza por su progreso en la parte física.

La Copa Oro debe marcar el rumbo de los próximos años para la selección, ojalá y sea por el camino de los triunfos, como había sucedido con Miguel Herrera hasta la Copa América.

Imagen Zacatecas – José Manuel Barrón