Los culpables del fracaso

Señoras y señores, el resultado menos probable se dio y los Mineros quedaron fuera de la liguilla.

Lo ocurrido no puede ser considerado más que como un rotundo fracaso, no solamente por la calidad del plantel, las altas expectativas y el respaldo de la afición, sino por la falta de entrega y entusiasmo que mostraron varios de los jugadores en la recta final de la temporada.

Los principales culpables de la eliminación son los jugadores y el cuerpo técnico que encabeza Pablo Marini.

La apuesta por la liga fue desde siempre lo único trascendente, así se desperdicio la oportunidad de consolidar un cuadro titular y darle estabilidad, justo como lo hizo Pedro Caixinha con Santos en los duelos de copa, en los que colocó todo el tiempo a su equipo titular y ahora se ven los resultados.

Por otra parte elementos que no lograron tomar su mejor nivel durante todo el torneo, en este apartado Rodrigo Iñigo, Sebastián Maz, Gustavo Ramírez y Wanderley encabezan el listado.

En la parte directiva también se cometieron algunos hierros, el primero de ellos la salida de Heriberto Aguayo.

El central fue llamado por Pachuca y Marini no encontró la forma de suplirlo a lo largo de toda la campaña.

El segundo “error” podría ser el no meter presión al cuerpo técnico, desde el primer día se dijo que tendría continuidad y que sin importar lo que pasara seguiría en el banquillo.

Esta decisión aunque propia de clubes grandes, generó un conformismo que acabó no solamente con la no consecución del ascenso, sino con la no calificación, en pocas palabras más valía un grito a tiempo.

Ahora a reestructurar el proyecto, a buscar entrenador y seguramente a una nueva columna vertebral del equipo.

Imagen Zacatecas – José Manuel Barrón