El inútil superliderato

Señoras y señores, todo parece indicar que ser líder de un torneo no tiene la menor importancia en algunas de las principales ligas. El fin de semana vivimos sin duda una de las mayores exposiciones de este argumento, los Mineros de Zacatecas dejaron escapar esta posibilidad y lo hicieron aparentemente con la mayor consciencia de … Leer más

Señoras y señores, todo parece indicar que ser líder de un torneo no tiene la menor importancia en algunas de las principales ligas.

El fin de semana vivimos sin duda una de las mayores exposiciones de este argumento, los Mineros de Zacatecas dejaron escapar esta posibilidad y lo hicieron aparentemente con la mayor consciencia de que obtener como premio tres semanas de descanso más que un beneficio era un castigo a la excelencia.

Por su parte el León, bicampeón del futbol mexicano, es otra clara muestra de que un técnico que se precie de ser ganador debe renunciar a puntear la liga y más bien apostar por llegar a tope al momento decisivo de la temporada.

Hoy León, pese a su paupérrimo inicio de campaña, toca las puertas de la liguilla y amenaza con convertirse en el primer tricampeón en la historia de los torneos cortos.

Pero el mal no es exclusivo de México, en el béisbol de las Grandes Ligas los Gigantes de San Francisco y los Reales de Kansas City disputan la Serie Mundial, ambos entraron a los playoffs por la puerta de atrás.

Tanto Kansas como San Francisco lograron tomar el impulso que necesitaban avanzando en la ronda de comodines o repechaje.

De poco o nada sirvieron los campañones de Orioles, Dodgers o Cardenales, porque al final del día nadie los recordará y sí por el contrario al equipo que resulte campeón.

Es como si en una carrera de caballos o galgos hubiera dos o tres que se quedaran en la salida intencionalmente rezagados y que al final con una especie de turbo aceleraran a tal grado que les permitiera recortar el terreno perdido y terminar mandando el esfuerzo inicial del resto a la basura.

Muy diferente es en ligas como la española, italiana o inglesa en la que cada punto que se deja en el camino parece pasar factura en las jornadas finales.

Pero al final de cuentas el sistema es conocido por todos, así que nadie puede quejarse, lo que es claro es que bajo esta perspectiva solo hay un lugar en el cual hacer una evaluación clara y eso es en el momento de la final o llegada.

Imagen Zacatecas – José Manuel Barrón




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