Del derroche a la austeridad, tránsito sin liderazgo

El resto del año asistiremos a la discusión pública del presupuesto federal y en cada entidad federativa del que a cada una le corresponda. Salvado el compromiso de salvaguardar el marco macroeconómico, el presupuesto turnado por el presidente de la República introduce cambios en la lista de prioridades, lo que no solamente es normal sino … Leer más

El resto del año asistiremos a la discusión pública del presupuesto federal y en cada entidad federativa del que a cada una le corresponda.

Salvado el compromiso de salvaguardar el marco macroeconómico, el presupuesto turnado por el presidente de la República introduce cambios en la lista de prioridades, lo que no solamente es normal sino indispensable.

Los gobiernos de los estados tienen dos caminos, “se limpian” con la austeridad republicana que aplica López Obrador o se suman a la misma aplicando en la entidad la misma línea de gobierno, adaptándose del mismo modo que después de una guerra se adapta a la paz reconstructiva.

Zacatecas tiene mucho por ganar si su clase gobernante se suma responsablemente a la supresión del derroche y al gasto eficiente del dinero público para potenciarse políticamente como interlocutor solvente ante el gobierno federal que sabe mejor que los ciudadanos todos los pormenores del ejercicio presupuestal en cada estado, y  si hasta Peña Nieto la corrupción, el derroche y las ineficiencias no acarrearon consecuencias, es que el hacerse de la vista gorda se convirtió en factor de estabilidad. En adelante no habrá modo de “moches” ni de programados salvamentos de última hora.

Zacatecas vive en crisis crónica: la recaudación local no rebasa los mil 200 millones de pesos anuales, lo que no nos alcanza ni para mantener la planta de profesores estatales siquiera, las obras de gobierno se convierten en pesada carga por caras  y dilatadas.

La deuda pública nos atrapó. Para el 2019 habremos de pagar por concepto de intereses  entre diecinueve y veinte veces más de lo que corresponde al capital (pago de intereses 950 millones de pesos, pago de capital 56 millones).

Zacatecas desaprovechó los tiempos de vacas gordas, el dinero público que le tocó a Zacatecas  nos brindó el espectáculo gobernante de viajes de compras a los Estados Unidos, vacaciones en las vegas,  recorridos en Europa.

Con dinero público la Plaza de Armas  ofreció  desfile de estrellas internacionales  cobrando en dólares para gozo de  influyentes sexenales con sus respectivas familias y para los simples mortales que alcanzaran lugar.

Con dinero público, presidentes municipales compraron popularidad efímera patrocinando presentaciones de bandas y cantantes tan caros que los empresarios privados rehusaban contratarlos.

 

Pobres con hábitos de rico

Pudo haber sido bueno o malo pero el hecho es que esos malos  hábitos se generaron porque hubo con qué pagarlos

Lo peor de todo es que los malos hábitos no se  quitan de la noche a la mañana. Pese a que los ayuntamientos deben al IMSS, a la Comisión Federal de Electricidad, impuesto sobre nómina, laudos al por mayor y a impacientes proveedores, aún no se nota la conciencia de que estamos en tiempos de vacas flacas.

En lo local, vivimos en la inercia; en lo nacional en el frenesí del cambio.

Nos estamos quedando rezagados por ausencia de liderazgo político.

El gobernador Tello a simple vista cultiva un estilo personal austero, es el dato más positivamente apreciado de su personalidad política; lo malo es que le falta carácter para luchar por lo que considera correcto, su temperamento inclinado a la resignación ante lo difícil se traduce en vacío de liderazgo para conducir al estado en el tránsito del derroche a la austeridad.

Una lectura adecuada del mensaje de las urnas le hubiera inspirado la iniciativa de auspiciar la creación de sendas comisiones de diagnóstico para la austeridad en cada uno de los tres poderes, en los órganos constitucionales autónomos, en la totalidad de los municipios. En vez de eso, se ha dejado llevar por la inercia desgastante de quedar mal con todos en cada conflicto que impacta las finanzas públicas.

 

No entienden la “pitchada”

Los integrantes de la actual Legislatura local acentuaron la debilidad institucional con su incapacidad para acordar ejercer con sentido social su presupuesto restante del 2018.

Empequeñecieron su autoridad moral y, por ende, su potencialidad política para meter orden en los otros poderes y en los ayuntamientos; aunque lo principal está por escribirse a la hora de discutir y aprobar el paquete económico del año entrante cuando, fracción por fracción, diputado por diputado, habrán de mostrar su verdadero tamaño.

Por lo pronto la fracción de Morena o no entiende la propuesta de austeridad republicana del presidente del que se ostentan correligionarios o realmente no la comparte. 

En los municipios zacatecanos se reproduce el vacío de liderazgo para transitar del derroche a la austeridad, los presidentes municipales no han mostrado saber qué hacer que no sea lo de siempre.

Al frente se necesitan políticos de manos limpias,  con ideas claras y firmeza,  que nos conduzcan del derroche a la austeridad.

Nos encontramos el jueves en El Recreo.

Imagen Zacatecas – J. Luis Medina Lizalde