¿Una yerbita pal’ malestar? Venga con Doña María

ZACATECAS.- Si a usted algo le aqueja, le duele o se siente mal, no dude en pegarle una visita a Doña María Guardado Lara.
O también le puede atender su hijo, con su para nada inusual nombre: Primitivo Romo Guardado.

Fíjese usted, estimado lector, que la doña ya tiene 80 años y desde hace más de tres décadas se dedica a dar remedios naturales para muchos malestares a base de yerbas.

Le hace a la venta de yerbas y lociones de diferentes esencias para alejar las malas vibras, atraer dinero o el amor, incluso ambas si usted anda bien jodido en ese bisne.

Ella comenzó vendiendo las diferentes variedades de hierbas en el antiguo mercado de San Francisco en la calle Matamoros y, desde hace 20 se mudó a la planta baja del mercado Arroyo de la Plata.

En su pequeño changarrito pone a la venta un chingo de tipos de hiervas (dijo que son cerca de 100).

Doña María dice que hay raza que recoge las hiervas del campo y se las vende, así que tiene de tocho.

Por ello, tiene hierbas para el empachamiento, para mejorar la circulación de la sangre, úlceras, problemas renales, dolores musculares, entre muchas otras.

Y es que la doñita no la tiene nada fácil (como la mayoría de los mexas).

Lo anterior, porque llega a Zacatecas desde su natal San Jerónimo, Guadalupe, para abrir su negocio.

Abre su changarro a las 10:00 de la mañana, y lo cierra entre 4:00 y 5:00 de la tarde, dependiendo de cómo estén las ventas.

Las ventas están muy bajas, la gente casi ya no compra hierbas.

Nada más nos sale para los pasajes y ahora con esta situación (de la pandemia) las ventas bajaron más, está muy difícil”, comentó Primitivo, de 55 años.

Además, platicó que su jale, tal cual, es la agricultura, y de eso se mantiene, pues siembra el archifamoso clásico mexicano, el frijol, también conocido como carne de surco.

Asimismo, prepara artesanalmente lociones mediante el uso de esencias combinadas con polvos, que envasa en antiguas botellas de vidrio.

Doña Mary y su hijito don Primitivo le chingan machín y se ganan la vida ofreciendo medicina alternativa para varios padecimientos.

Ellos no le rajan ante las bajas ventas y no bajan la guardia, le entran duro y con optimismo a esta chingadera de vida que a todos nos tocó vivir.