Ritual del vaso de agua y su poder de sanación

El agua tiene poder de sanación y podemos valernos de ella para solucionar los problemas que nos aquejan, una forma de hacerlo es la siguiente:

1. Toma un vaso de vidrio, completamente transparente y llénalo a sus 3 cuartos de su capacidad con agua del grifo.
2. Busca un lugar de tu casa que te haga vibrar alto. Que te haga sentir bien y tranquilo. Deberás hacerlo cuando te encuentres relajado y en donde nadie pueda interrumpirte.
3. Deja tu vaso de agua en ese lugar y empieza a contarle todo lo que sientes. Háblale sobre todas tus emociones negativas: enojo, tristeza, frustración, imagina que ese es tu mejor amigo y tú le estás contando lo que te sucede. Sé sincero, saca todas las situaciones que tenías guardadas desde hace mucho tiempo.
4. Luego de hacer esto, deberás repetir la siguiente oración: “Divinidad… limpia en mi la idea o creencia que ha generado este problema. Lo siento, Perdóname, Gracias, Te Amo”. Esto podrás hacerlo dos veces al día: una en la mañana y otra en la noche. La intención es que vayas sacando todo lo que hay dentro de ti que está generando esos sentimientos negativos.

Dejas el vaso todo el día y en la noche cuando lo vayas a volver a llevar a cabo, tiras el agua. Llenas el vaso nuevamente de agua, realizas tu ritual de nuevo y lo dejas toda la noche, y así sucesivamente.

A medida que vayas practicando este ritual, vas a comenzar a sentirte cada vez más relajado y muy probablemente, llegues a encontrar la solución al problema o situación que te aqueja.

Por qué funciona

La idea es dejar todas las situaciones que te molestan en el agua, la cual te ayuda a autoanalizarte,
es así que cuando sacas todo de dentro de ti, de alguna manera estás limpiando.

Por lo anterior, ayudas a tu subconsciente a trabajar, a sacar la verdadera información que necesitas y que te hará sentir en paz.

Al dejar tus problemas en el vaso, la Divinidad se encargará de transmutarlos, será ésta una forma de soltar aquellas situaciones que estás viviendo y que te están perturbando.

La solución perfecta a todos nuestros problemas está dentro de nosotros. Recuerda, nosotros somos los creadores de nuestra realidad y es por ello que las soluciones a nuestros problemas siempre estarán dentro de nosotros.