Pa’ unos tacos al pastor, los de Toño Ibarra

Toño aprendió el jale de taquero desde chico y por ello no le teme a la chamba. Fotos: Ángel Martínez.
Toño aprendió el jale de taquero desde chico y por ello no le teme a la chamba. Fotos: Ángel Martínez.

Antonio Ibarra Fernández lleva dedicándose al oficio de las taquerías desde hace dos décadas.

FRESNILLO. – Antonio Ibarra Fernández lleva dedicándose al oficio de las taquerías desde hace dos décadas y lleva poco que se animó a dar el brinco y ser emprendedor en este rubro.

Dejando de lado los desafíos administrativos y logísticos que van este tipo de changarros, se suma a éstos la situación de la pandemia del Covid-19, misma que ha intentado de atajar con pasión y fuerza.

¡Una cebollita asada para acompañar unos buenos tacuches!

Explicó que el reto que le impone la pandemia del coronavirus no es sencillo, ya que se enfrenta a un escenario con ventas muy bajas, así como a la competencia que existe en el municipio.

Antonio inicia día con día su jornada desde las 8:00 de la mañana, y termina hasta las 3:00 de la tarde, según la fluidez de clientes.

¡Ira nomás, la pura sabrosura!

Según su experiencia como taquero, los tacos más pedidos son los de pastor, a los cuales intenta dar un plus para superar a la competencia.

Dice que su manera de luchar en las arenas de la competencia es a través de un alimento bien preparado.
Así como un buen servicio para los clientes, además de aplacar la tripa, vuelvan por el buen trato.

Es difícil, dice Toño, chambear en tiempos de coronavirus, pero le chinga machín.

De los mexicanos ejemplares

Antonio enfatizó que su oficio lo desempeña con gusto y no está de más decir que lo hace.

Lo anterior, porque tiene la firme convicción que es una actividad digna para llevar el pan a su casa con el oficio que aprendió desde una muy corta edad.

Tacos al pastor: un clásico de la cocina mexicana.

Mientras Toño corta la carne al pastor del archifamoso trompo, declaró que el rico sabor de un taco es el pretexto del cliente para volver.

Él, como un sin número mexicanos, es de los que se entregan con ánimos y entereza a su oficio para sacar adelante a su familia.

Además, se esmera en brindar un platillo que a las personas agrade.

El buen fresnillense dice que lo que más pide la banda son los tacos al pastor.



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